Mi hijo Koky es un gran cinéfilo. Tuve que acudir a él para que me diga si existía alguna película que tuviera que ver algo con el nombre “Willy”. Me dijo que sí, que se llama “Liberen a Willy”, y que, en los años 1993, 1995 y 1997, se habían producido películas basadas en una espectacular participación de una orca amaestrada, causando gran impacto en los países en los que se proyectaron.
Como curiosidad, la Orca, que había sido capturada en el mar de Islandia en 1979 y que pasó por varios dueños hasta llegar a México, donde permaneció en un centro recreativo por 10 años, participando en algunas telenovelas y hasta filmando algunas películas, no se llamaba Willy. Fue bautizada con el nombre japonés de Keiko, que significa “niña afortunada”. Y fue tan suertuda que, cuando un poco por compasión, quisieron que volviera a su hábitat natural, es decir el mar, ya que ningún estanque la podía contener. Ella decidió no alejarse de los humanos y desde Islandia, viajó hasta las costas de Noruega, donde permitió que la gente interactuara con ella. El 12 de diciembre del 2003 falleció por una pulmonía.
¿Por qué cuento esto? Pues por una relación que, desde mi punto de vista, se da en la hora actual con Willy Serrato Puse. El ex congresista, ex alcalde, abogado de profesión, comunicador social y empresario radial, es un referente de la política local. Un referente polémico, odiado y querido, generador de temores y simpatías, con amigos que lo apoyan tozudamente y enemigos que lo quieren ver preso.
Willy ha decidido seguir en la política. Quiere ser congresista. A sus 52 años y, a pesar de las denuncias que le han formulado por su última actuación como alcalde de Olmos, sigue adelante. Inscrito en APP en Diciembre del 2013, cuando ya era el burgomaestre de su tierra, hace gala de su entrañable amistad con César Acuña Peralta, el hoy candidato a la Presidencia de la República. “Con César somos amigos hace muchos años”, lo dice en privado y lo remarca enfáticamente en público, a través de sus radios.
“A Serrato muchos lo critican por su actividad política, por su cara y hasta por su manera de hablar, pero, sin embargo, lo escuchan”, me dijo un día un funcionario de una encuestadora. “Su chapa de “culebra” le cae al pelo, porque lo único que sabe es lanzar veneno”, sostuvo uno de sus muchos adversarios políticos. “Es un hombre de gran corazón, que se identifica con los más pobres”, me respondió un taxista cuando le pedí su opinión. Con Willy, en el sentimiento popular, no hay medias tintas. O estás con él. O estás contra él.
Un ex fiscal y paisano de Serrato, Hugo Lamadrid, se ha convertido en su más tenaz acusador. Algunas de las denuncias que le ha hecho fueron de origen personal, otras por encargo del alcalde Juan Mío, ex colaborador de Serrato, y hoy, su declarado enemigo. Sin embargo, hasta el momento, los esfuerzos de Lamadrid han sido vanos y Willy sigue trabajando su candidatura.
Otro que también le quiso cortar la carrera es el alcalde Cornejo Chinguel. Lo llamó "impresentable" y de ser irresponsable por no pagar las pensiones a su hija. Serrato aseguró que eso no era cierto, y le envió una carta para que se rectifique. Cornejo no lo ha hecho y Willy lo ha querellado, pidiendo 300 mil soles de reparación.
“Lo que pasa es que Cornejo me quiere fuera de la competencia porque su hermano, a quien no lo conoce nadie, también está participando, y tiene miedo que yo le gane”, me dijo en una entrevista que le hice en ASÍ SOMOS y en donde me señaló: “A mí, César Acuña me ha dicho que voy con el número 2, y voy a ganar. Si APP pone dos congresistas, como quiero, enhorabuena. Si pone uno, ese voy a ser yo”.
Con la seguridad y confianza, que a muchos le genera antipatía, con que suele manejar su imagen, es el mismo Serrato que un día llevó a decir a Yehude Simon: “lo nombro jefe del IPD y le doy seis meses de plazo para que haga una buena labor”. Se quedó tres años. Sin embargo, y por los “cabes” que le ponen sus adversarios y/o enemigos, y hasta los propios integrantes de APP, la gente que lo rodea ha empezado a señalar, cada vez con más fuerza, “!YA PUES…SUELTEN A WILLY!”
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