Este fin de semana pasada, una encuestadora prestigiosa hizo público un trabajo de campo, en donde los encuestados reconocían como el más inteligente de los candidatos a la Presidencia, a Pedro Pablo Kuczynki Godard, el famoso PPK. Mi nieto Fabio, que tiene solo 9 años, y que veía cómo trabajaba este artículo, me dijo: “Asu, ¿este señor es peruano?” y al decirle que sí, respondió: “qué tal apellido”. Sí pues, los dos apellidos de PPK, no son latinos. Si bien él nació en el Perú, sus padres, de origen alemán y suizo, optaron por que estudie su secundaria y su profesión fuera del país.
La aparición pública de PPK se remonta al segundo gobierno de Belaúnde. Fue nombrado Gerente del Banco Central de Reserva, y junto a Carlos Rodríguez Pastor y Richard Web, dispusieron el pago irregular e indebido a la IPC, de 17 millones de dólares, por lo que fueron denunciados por el Gobierno de Juan Velasco. Muchos memoriosos recuerdan la huida de PPK en la maletera de un auto al Ecuador, para luego irse a los Estados Unidos.
Regresó en 1980. Con Belaúnde, fue Ministro de Energía y Minas y tuvo que irse por haber impulsado una ley que favorecía tributariamente a las empresas petroleras extranjeras. Con Toledo como presidente, PPK fue designado Ministro de Economía, y luego, fue Presidente del Consejo de Ministros. Alejado de la administración pública, comenzó a pensar en su futuro político y creó la ONG “Aguas Limpias”, con la que ha ayudado en zonas rurales en saneamiento.
Quiso ser Presidente en 2011 y encabezó una alianza, en una mezcla tipo arroz con mango que no le redituó nada en lo político, pero sí en lo personal, tanto que cerca a los 80 años de edad ha insistido en volver a candidatear. Claro, una de las exigencias que no podía eludir era el tema de su nacionalidad norteamericana. El domingo pasado, en un programa dominical, anunció que esta vez sí ha renunciado a esa nacionalidad. O sea, en el 2010, hizo “caídos del palto” a un montón de peruanos, importándole un pepino lo que pensaran de él.
La periodista que lo entrevistaba le dijo que, si esta vez iba a ser de verdad la renuncia. Él dijo que sí. Le preguntaron entonces: “usted dijo en el 2010 que si renunciaba iba a perder mucho dinero” y su respuesta, por lo menos a mí me dejó atónito: “voy a esperar hasta Abril del 2016, mes en que se cierra el año fiscal en USA, para saber si pierdo o no”. Los dos periodistas se quedaron callados, cuando la repregunta caía sola: “entonces usted va a esperar cómo le va en las elecciones. Si pasa a segunda, sigue la renuncia y si no, la retira”.
Este gringo acriollado vuelve a demostrar su inteligencia y habilidad. Nos vuelve a poner como “caídos del palto”. Por eso la pregunta: ¿UNA GRAN NOTICIA O UN GRAN CUENTAZO?
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