En Octubre del año pasado, el 22% de los chiclayanos eligieron a Cornejo Chinguel como alcalde provincial. En Enero de este año se autoproclamó, sin decirlo públicamente, “emperador”. Para su buena suerte, encontró pronto entre los regidores que lo acompañaron en la travesía electoral, a varios que estaban dispuestos a “tirarse al piso” para que sus zapatos no se ensucien, o a que los manden a sacar copias con un “no te demores”, importándole un carajo, la autoridad que ostentan.
Cuando Esther Morillo se fue tirando la puerta de la Gerencia Municipal, su subordinado Leopoldo Vásquez, gerente administrativo, quedó al descubierto como un funcionario irrespetuoso, malcriado e irresponsable. “Vásquez está adulterando cifras en unos balances, y eso le puede costar muy caro al alcalde”, dijo Morillos en una ocasión, sin embargo, tuvo que reconocer que Cornejo le daba todo su apoyo a su gerente y prefirió que ella se fuera, antes de respaldarla.
Han pasado los meses y una nueva bomba revienta en la cara del “emperador”. Uno de sus preferidos, Henry Chiclayo Vega, Gerente de RRPP e Imagen Institucional, entró en trompo y no rinde cuentas de más de cien mil soles que le entregaron en Abril para la fiesta de aniversario. Había rumores de esa irregularidad, pero no fue, hasta que Leopoldo Vásquez aireó el asunto en los medios, que se pudo confirmar la situación.
Chiclayo atinó a una débil defensa, basada en que no le habían entregado las facturas los proveedores que contrató para el espectáculo de Fabiola de la Cuba. Pero, la prensa descubrió que el proveedor del escenario, Rodolfo Liza Chancafe, a quien le pagaron 20 mil soles, figuraba como “no habido” en la SUNAT. Y, las especulaciones sobre acciones similares efectuadas en la “época “betotorrista” se acrecentaron. “Hoy estamos en la época chinguelista”, me dijo la mañana de ayer, Willy Serrato en una entrevista por Radio Fuego.
Y, no deja de tener razón. Cornejo, en vez de separar del cargo a Chiclayo, en vez de averiguar el porqué no rindió cuentas del dinero que se le dio, a los 7 días como está normado, y se está esperando casi 9 meses para que lo haga. “El Chinguel” salió a decirnos, con esos aires de “emperador” que se precia de serlo, que: “Chiclayo, tiene toda mi confianza. Es un buen profesional, responsable, cumplidor. Trabaja en varios frentes desde la madrugada” ¿Y qué? ¿Con eso basta para que no haya ni investigación, ni sanción?
Vásquez se tuvo que ir por la puerta de atrás. En la pulseada con Henry Chiclayo, perdió. El “viejito malcriado”, como lo llamó Esther Morillos, se tuvo que ir sin pena ni gloria y sin que le rindan cuentas. La falta de iniciativa de él y de Ruperto Castellanos, para no meter en el asunto a Cornejo, ha sido patética. ¿Por qué no llamaron a Fabiola de la Cuba para saber qué había pasado? Hoy, les puedo hacer un aporte. Liza Chancafe apareció y le ha manifestado a Jesús León, íntima amiga de Fabiola, su preocupación por esta situación. “A mí me pagaron en dos partes los 20 mil soles, pero yo no di la factura, porque Henry no quiso reconocerme los 3,600 soles del IGV”, ha dicho el dueño del escenario.
Así que, ahora, el “emperador” debería bajar de su nube y empezar a preocuparse por lo que pasa en la tierra, en la que, con ayuda de algunos acólitos, ha querido construir EL IMPERIO DE CHICLAYO.
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