Hace dos noches
participé de la ceremonia de celebración de los 46 años del SENATI, la misma
que estuvo muy concurrida, con asistencia de empresarios y salvo la presencia
del alcalde Santa Rosa, con ausencia total de autoridades. Una pena, pues de
haber estado, se hubieran enterado de la gran y productiva labor que realiza
dicha entidad, en la formación profesional de los jóvenes lambayecanos y de otras zonas de la Región Norte.
José Antonio Terán,
el Director del SENATI, alcanzo unos datos, en su mensaje de bienvenida,
sumamente ilustrativos y que hablan muy bien de las tareas que vienen
desarrollando, las mismas que están permitiendo el crecimiento de la institución y
de los servicios que brinda. La cereza de la torta, fue el conocer que más del
90% de los “senatinos” que egresan cada año, en tres meses ya tienen trabajo.
Sin duda un porcentaje que habla claramente de la formación que reciben.
Ciro Salazar, el ya
casi saliente Decano de los ingenieros, fue el orador de la noche. El tema que
iba a desarrollar era “La Institucionalidad Lambayecana”. Era la segunda vez
que lo iba a escuchar. Salazar, no es un orador brillante, ni un desarrollador
de ideas concatenadas adecuadamente. He sido crítico de su actuación como
decano, varias veces, pero debo decir en honor a la verdad, que es un tipo
sincero. Que siente lo que habla. Que está preocupado por lo que nos está
pasando.
Por eso cuando dijo
que estábamos en el último lugar en cuanto a “Institucionalidad” y en el noveno
en cuanto a “Competitividad”, me pregunté internamente, “¿Y qué he hecho para
qué esto se produzca? Y me avergoncé. El último lugar en lo que sea, es para
que genere preocupación. Para que empecemos a analizar cómo salir de ese sitio.
Para empezar a bregar, con todos los que sientan lo mismo, en una sola
dirección, aunque tengamos diferencias políticas.
Salazar nos habló de
la relación inversa que existe, “A mayor competitividad, menor pobreza. A mayor
pobreza, menor competitividad” y claro la pobreza se genera, no solo en la
carencia de recursos, sino en la falta de educación, que impide que las
personas conozcan y defiendan sus derechos y que si alguien quiere violentarlos,
haya instituciones que velen por ellos.
El Colegio de
Ingenieros, fue siempre el faro orientador de la opinión pública de la Región.
En los últimos años, la luz que proyectaban tuvo más tonos grises, que brillantes. Ciro
Salazar, puso la noche de su discurso, la pelota en otra cancha cuando dijo,
“El Liderazgo en Lambayeque, lo tiene que asumir la Cámara de Comercio”.
Parecía “un tirar la toalla”, sin embargo conversando luego con empresarios,
algunos de ellos también ingenieros, coincidieron con Salazar, aunque dejaron
en claro, que ese liderazgo podría funcionar a partir de Marzo del próximo año,
cuando se renueve la dirigencia de la Cámara.
Sea como fuese, lo
cierto es que nos faltan líderes en la Región. Líderes que no tienen que ser políticos, sino aquellos que pregonan
con su ejemplo, con su respeto a los valores éticos de toda persona. Líderes,
que dejen huellas en los jóvenes. Que tengan identificación con nuestro pueblo,
con sus sueños, con sus expectativas. Líderes que no estén a la espera de
elecciones, para ocupar un puesto público. A esas personas, hombres y mujeres,
hay que buscar y alentar, porqué de verdad necesitamos UN NUEVO LIDERAZGO.
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