jueves, 22 de octubre de 2015

SIGUEN LOS PALOS


Parece  que al Chinguel lo hemos convertido en la piñata de la fiesta. Le pegan palos, desde los opinólogos de escritorio, hasta sus adversarios políticos, algunos de ellos desilusionados porque no les hiciera caso a sus propuestas, o porque no les dio oportunidad de figurar como asesores. Pero, también le dan palo desde el interior de las organizaciones que dirige, y su lastimera expresión del fin de semana pasada: “me han engañado” no es, sino, una muestra que, el hombre ha entrado ya en un remolino, del que va a ser difícil que salga, salvo que, se decida a denunciar a los que lo han engañado, los aleje de su entorno y enfrente con otras personas los problemas que aquejan a Chiclayo y a los chiclayanos.

La última denuncia que recogieron los medios ayer martes fue que, estaba debiendo casi 20 mil soles al ex SATCh.  Quien sea que haya proporcionado esta información, cometió un delito, puesto que, los datos que los contribuyentes tenemos en el SATCh son confidenciales. Es decir, no se pueden estar aireando, sea a través de los medios, o haciéndolos circular subrepticiamente, para hacerlo de conocimiento público.

Es evidente que, tiene que haber sido alguien de la institución el que diera la información. Los periodistas no pueden meterse en el sistema que almacena los datos. Lo grave es que, el propio SATCh señaló hace un buen tiempo, en su página web, una especie de ayuda, para que los contribuyentes supiéramos todo sobre el pago del Impuesto Predial. Y, en el acápite de quiénes estaban inafectos al Pago del Impuesto, se dice con claridad en el numeral 8: “Las universidades y centros educativos, debidamente reconocidos, respecto de sus predios destinados a sus finalidades educativas y culturales, conforme a la Constitución”.

¿Quién ordenó la  cobranza? No me es posible determinar si se hizo cuando ya la página web nos había ilustrado sobre el Impuesto Predial. Si hubiera sido así, no cabe duda, entonces, de la maldad con la que se habría actuado. Una maldad casi similar a la mostrada por alguna gente resentida que, suele gritarse al espejo y gritar a todo pulmón: RATERO, y después de un rato volver a mirarse y gritar: IMPRESENTABLE.

Cornejo ha dicho que, en su debido momento ejerció su derecho de apelar ante el Tribunal Fiscal y que este organismo le dio la razón. Ha dicho, además, que es un “refrito”, que ya en la campaña se había mencionado el asunto. Pues, entonces, debería tener más cuidado con el entorno que lo rodea. Algo pasa allí Alcalde. Alguien no lo quiere bien. El tema es, si será uno solo, o habrán más.

Lo que sí me queda claro es que, en esta denuncia, basada en información otorgada a los medios, está muy clara la mala leche que se le tiene al Alcalde. No estoy dentro de los opinólogos de escritorio, que está dentro de los que, al Chinguel le genera simpatía. Pero, al César lo que es del César. El Alcalde resulta hasta ahora una veta inacabable de noticias para los periodistas, pero nosotros tenemos la obligación de ser objetivos y no incendiarios.



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