Era la mañana del sábado 14 de
diciembre del 2013. El Coronel PNP Jorge
Linares Ripalda, terminaba de tomar desayuno en su casa de la Villa
Policial, cuando recibió una llamada, donde le indicaban que se presentará
urgente a su oficina. Se fue sin su uniforme. “Ya regresó” alcanzó a decir y en su familia no hubo sobresalto
alguno. Al llegar vio algunos rostros serios y preocupados. Abrió la puerta de su oficina y se dio de
bruces con la sorpresa, que sus propios compañeros, le habían preparado. Uno de
ellos, sentado en su silla. Otros hojeando documentos. Otro maniobrando su
computadora. Al jefe policial, que había logrado con inteligencia y
perseverancia, la captura de la más grande y feroz banda criminal del país, le
había llegado la noche.
La jueza Juana Caballero García, del Tercer Juzgado Penal Nacional, a
solicitud del fiscal Miguel Toyohama
Arakaki, había determinado la detención de Linares Ripalda, basada entre
otras causas en las más de 250 llamadas telefónicas que a su criterio
involucraban al jefe policial, con Luz María Jimenez Mera, esposa de un
delincuente preso en el penal de Challapalca.
Y por eso el despliegue policial, que había llegado desde Lima, pues los
fiscales desconfiaban de los policías locales.
El Coordinador Superior de las
Fiscalías de Crimen Organizado, Jorge Chávez Cotrina, muy capaz él, muy
dueño de la situación, sentado en su escritorio en Lima declaraba a la prensa,
sin importarle la destrucción de la carrera de un buen oficial, de una persona
decente, honesta, de un buen esposo y un gran padre de familia, y dijo con
maliciosa intención que al Coronel Linares “lo
estaban investigando desde hace más de un año, desde la época en que cayó La Gran Familia. La detención de cualquier
ciudadano, tiene que venir con un parte
policial, tiene que haber los suficientes elementos que vincule a ésta persona,
con el delito que se investiga”.
El Coronel Linares Ripalda que
había sido saludado y felicitado por el
Congreso de la República, a través de la Moción de Orden del Día No.7531 del 2
de Julio del 2013,por su participación en la captura del “Viejo Paco” y de
“La Gran Familia”. El Coronel Linares Ripalda, que el 29 de Agosto del 2013, había recibido la Medalla Cívica de la
Municipalidad Distrital de José Leonardo Ortiz, dispuesta con Resolución de
Alcaldía No.622-2013MDJLO-A. El
Coronel Linares Ripalda, que recibió de
la Municipalidad Distrital de La Victoria, la Medalla de la Ciudad, por su
trabajo que permitió diversas capturas de delincuentes en La Victoria. Ese
mismo Coronel Linares Ripalda, pasaba a ser parte, por la vejatoria decisión de
un par de fiscales y policías, de la
horda de delincuentes que azota nuestro país.
Está a punto de cumplir 16 meses en prisión, tiempo que se le robó a un
hombre que iba a recibir las estrellas de general de su institución, en una
carrera profesional que se avizoraba como muy exitosa. De nada servido, por
lo menos hasta ahora, las declaraciones del propio Coronel y de algunos de sus
coacusados. “Yo formé tres grupos de
inteligencia. Uno que trabajaba con el Ministerio Público de Chiclayo, para las
labores de escucha legales. Otro para la identificación plena de la red
criminal, así como para la identificación de fachada con las que lavaban el
dinero mal obtenido. Y un tercer grupo, para que realizara una acción fundamental,
hacerle seguimiento a las cabezas visible de esa organización”, declaró en
uno de sus alegatos Linares Ripalda.
El coacusado Gonzáles
Santa Cruz, manifestó en su momento:
”Acá se habla que nos han estado
siguiendo un año. Un año de seguimiento doctor. Cómo es posible eso, si el
grupo se formó en el mes de octubre y terminó en el mes de marzo y luego
regresamos a nuestras unidades. Y luego el Mayor Murga nos acosaba, nos decía
cuando estábamos en prisión, que nos iba a dejar ver a nuestras familias,
siempre y cuando digamos que el Coronel Linares recibía dinero. Yo soy
instructor de salvataje” A Gonzáles lo capturan en su centro de labores,
cuando daba instrucción a unos policías. Otra vida dañada.
Otro coacusado, Litano Zapata,
dijo es su alegato, :”Quiero aclarar que
en todo momento en la DININCRI, fuimos coaccionados para declarar contra el
Coronel Linares. Tengo el grado de Superior con 22 años de servicio. Necesito
trabajar señor, lo necesito por mi familia”. Y el hombre va para los dos
años presos.
Otro compañero de penurias del
Coronel Linares Ripalda, Chavesta Míñope,
quien voluntariamente se entregó el 4 de diciembre del 2013 y que ha señalado,” yo me pongo a derecho, conociendo la
justicia de Dios, otra cosita, el Mayor encargado en secuestros, el Mayor
Murga, en todo momento quería ponernos palabras en la boca, o sea él quería que
declaremos lo que él decía, él decía tu di esto y te vamos a ayudar. Él quería
que hagamos daños al Coronel en todo momento”, Y resistió
El testimonio de García Bocanegra, resulta estremecedor,
asegura que desde un primer momento el colaboró con la DIRINCRI y la Fiscalía,
sin embargo no tuvo ningún problema en señalar que, “ésta investigación desde el momento que nos han capturado ha estado
direccionada a hacerle daño a nuestro señor Coronel, porque el señor Mayor
Murga, dos veces consecutivas me sacó de los calabozos, para decirme que
declarara tal cosa y en estos momentos llamo al Fiscal y sales n libertad o te
doy un código y la segunda vez utilizó a mi familia, porque cuando me sacó para
que me entreviste con mi familia, mi familia empezó a llorar delante mío y el
mayor Murga me dijo, hazlo por ellos, dí que el Coronel está metido en éstas
cosas y ahorita llamo y sales libre. No puedo decir una cosa que no es verdad,
le digo mi Mayor” Y se vio obligado a seguir compartiendo su suerte con su
Coronel.
Hay un documento sin embargo, que
al parecer a los capitostes limeños, les ha importado un pepino, a pesar del
enorme prestigio de quien lo firma. El joven Fiscal lambayecano, no porque
trabaje en la Región, sino porque nació y estudió aquí Juan Carrasco Millones, es el que le envió a Manuel Castro Sánchez, Fiscal Provincial de la Fiscalía Supra
provincial Especializada Contra la Criminalidad Organizada, el Informe
No.718-2014-MP-3FPPC-Ch, donde en el acápite G), le dice, “aproximadamente
en el mes de Setiembre del 2012, tuve una entrevista personal con el General
PNP Eleuterio Díaz Pérez, a quien se le informó sobre la investigación seguida
contra La Gran Familia, así como también se le informó al Coronel Linares sobre
ésta investigación, a quien se le solicitó otorgar facilidades al personal que
estaba trabajando en el caso” Cosa que el Coronel Linares hizo formado los
tres equipos con tareas específicas.
El Fiscal Carrasco, dice en el
acápite h), ”ya que hasta la captura del
líder y otros miembros de la organización, NADIE EN LA CIUDAD DE CHICLAYO, NI
TAMPOCO EN OTRA PARTE DEL PAÍS CONOCÍA QUE SE ESTABA LLEVANDO A CABO ESTA
INVESTIGACIÓN”. Fue esto acaso lo que molestó al General Díaz Pérez,
acostumbrado como estaba a ser el protagonista estelar de cuanta captura
lograra la gente a órdenes del Coronel Linares. Para la prensa lambayecana no era extraña la actitud de figuretismo
mediático, que poseía el General, tampoco su evidente animadversión contra el
Coronel.
Animadversión que lo tradujo en
una acción prepotente, propia del inseguro y del mediocre. Cuando Carrasco Millones,
destaca lo hecho por los sub oficiales Luis
Juárez Mío y Ricardo Bambaren Senmache,
pide un reconocimiento a la tarea desarrollada, Díaz Pérez, mediante el
memorando No.001-2013-REGPONOR-ORIENTE/OFIADM-UNIREHUM
del 7 de Enero del 2013, le ordena al Coronel Linares Ripalda, que envíe a
uno a Cayaltí y al otro a San Juan de Lucupís. Linares, no acata la orden por considerarla arbitraria y entonces el
abusivo General va contra él.
Van 16 meses de prisión para el
Coronel Jorge Linares Ripalda y el grupo de policías a los cuales también les
mancharon su hoja de servicio, les crearon problemas familiares, los dejaron
sin trabajo. Ellos y sus conciencias están tranquilos, mientras que los que les han hecho daño, están por allí como las
alimañas, escondiéndose debajo de alguna piedra, para que no los vean y no los
pisen. La Justicia tiene finalmente
que imponerse. Estoy convencido que saldrán de la prisión y si todavía tienen
que seguir demostrando su inocencia, lo harán en libertad.
La lucha va a continuar y la templanza con que deban seguir
enfrentando estos momentos difíciles, tendrá un paliativo para el Jorge Linares
Ripalda, porque “EL CORONEL SÍ TIENE
QUIEN LO DEFIENDA “
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