domingo, 11 de octubre de 2015

“EL NARRADOR DE CUENTOS Y EL SILENCIO DE LOS ¿INOCENTES?”


En Noviembre pasado, y durante una reunión informal, le hice una pregunta al electo Alcalde David Cornejo Chinguel (DCCh): siempre me  ha llamada la atención las canciones que, como mensajes, daba el Colegio Mejía Baca. Sabía que la música correspondía a una canción popular, pero me llamaba la atención la letra. Quién las hacía” Le pregunté y su respuesta me sorprendió por su contundencia: “Yo”.  Así que, el hombre no solo era un empresario de la educación  progresista, sino que también poseía la sensibilidad e imaginación del poeta. Aunque no podría definir si es seguidor de Erato o de Urania.

El paso de los meses en este año me fueron confirmando lo que observé  desde sus primeras apariciones públicas como como Alcalde Electo. Desde el show que armó en el local de los ingenieros para presentar a los funcionarios de la “cultura de la benignidad”, en donde habló poco más de una hora, a muchos de los presentes no les quedó duda que, estábamos frente a una persona con un incontenible afán de demostrar que era un orador de polendas y que, sin necesidad de tener un discurso escrito, podía transmitir su mensaje sin perder el hilo.

Decía Winston Churchill que, sus discursos que le exigían mayor preparación, eran cuando le daban tiempo limitado para hablar. Y, es verdad, todos aquellos que deben hacer uso de la palabra y no les controlan el tiempo, producen  estos  efectos mientras hablan. Durante los primeros cinco minutos, tienen toda la atención de los oyentes. En los  siguientes cinco, la gente empieza a pensar en otros  tipos de asuntos que les interesan, o les preocupan. Y en los siguientes cinco, la gente empieza a pensar y en mascullar: “A qué hora acaba este &&&#####xxxxxx”.

Al Alcalde de Chiclayo, poco le importan esos últimos cinco minutos. Cuando él arranca a hablar se parece a un camión bajando de la sierra, al que se le han vaciado los frenos. No lo para nadie. Y, entonces, la inspiración poética  queda de lado y aparece la imaginación frenética del fabulador, preocupado por demostrar que su cerebro es una catarata de nuevas ideas, que son disparadas por su boca, casi como si a un mono le dieran una metralleta cargada de balas.

Una de sus primeras acciones, como fabulador, fue justamente en esa presentación de sus funcionarios en diciembre  del año pasado. “Estamos presentando con anticipación a los ciudadanos que estarán a cargo de la gobernanza de la ciudad. Lo hacemos desde ahora, para que la ciudadanía los conozca y sepan de su honestidad”, decía un exultante Cornejo. Todos suponíamos que, previo a la presentación, cada uno de los colaboradores tendrían que haber pasado por algún tamiz que, lo convencieran de su honestidad a él.

Sin embargo, sabemos en qué terminaron. Uno, ni siquiera llegó a ocupar su cargo por problemas judiciales. Otro, salió en medio del primer escándalo de la nueva gestión, y el tercero se fue a mediados de Marzo, después de haber estado en el cogollo cornejista.  Escribía así DCCh su primer cuento.

Pero, ese mismo día nos dijo a todos: “Quiero mencionar la creación de la “Nueva Guardia Municipal Urbana”, destacando que esa unidad se encargaría de brindarnos seguridad y orden. “Se respetarán las normas municipales y se erradicarán todos los actos que hicieron de la cultura de la perversión el sino de Chiclayo”. Casi 8 meses de gestión y de la Nueva Guardia, ni la tos. Segundo Cuento.

“Desalojo con orden y con oportunidades”, les dijo a finales de Enero, DCCh a los ambulantes del Mercado Modelo y prosiguió eufórico: “No se trata de desalojar por desalojar, estamos recuperando el orden y vamos a llevarlos a otras zonas desocupadas. Buscamos consensos y mejores oportunidades”. Unos días después, el regidor apepista declaraba que: “400 o quizás 500 comerciantes serán ubicados, a partir del 9 de febrero, en El Mercado del Pueblo”. Bueno, estamos agosto y el mismo Regidor ha dicho que, probablemente, a fines de septiembre, se les reubique a casi 1000 comerciantes. Tercer Cuento.

Pero su febril imaginación lo llevó a abrir un nuevo frente de lucha. El objetivo: el Hospital de la Solidaridad. “Es una sinvergüencería que intenten quedarse, es lamentable lo de los funcionarios del  SISOL. Ellos no tienen corona, no se merecen estar acá. EN UN MES TIENEN QUE SALIR”. Era el 11 de Marzo del 2015. Cinco meses después, el hospital sigue allí por decisión judicial. El Paseo de los Héroes, en planos y maquetas. Un arbitraje en la Cámara de Comercio de Lima y un par de denuncias penales sobre Cornejo.  Cuarto cuento.

Un día después, es decir el 12 de Marzo, Cornejo, creyendo seguramente que era una especie de “Cruzado” moderno, decidió enfilar sus baterías sobre el club “Juan Aurich”, a quien, en el siglo pasado, se le había considerado “Patrimonio Deportivo de Chiclayo”, y muy convencido de la bondad de su decisión, dijo: “El Aurich tendrá que salir de la Videnita, porque vamos a construir allí el Palacio de los Deportes. Vamos a recuperar el espacio para administrarlo de manera adecuada”. Cinco meses después el Aurich sigue entrenando en el Complejo. Cornejo ya no habla del tema y, Ruperto Castellanos, que dijo que el Aurich no pagaba impuestos, se olvidó de cobrar. Quinto Cuento.

Dicen los que saben, que el nombre DAVID significa: “el Elegido”. Me pregunto, si acaso nuestro DCCh se sentirá así. Un “iluminado”, un “predestinado”, y, entonces pretende que sus ideas y palabras sean sacrosantas. Que nadie las discuta, que nadie se atreva a contradecirlo, porque la ira de Dios puede caer sobre ellos. Y, entonces, atemorizados, prefieren quedarse callados y convertirse en parte del decorado del Concejo. Hay un detalle común entre todos los 9 regidores de APP, manifestado en las hojas de vida de cada uno, presentadas al Jurado nacional de Elecciones. Ninguno registró, ni ingresos, ni propiedades, ni, por supuesto, deuda alguna. ¿Acaso “el Elegido” habrá dado la disposición? Si fuera así, entonces estaríamos ante un Sexto Cuento.

Elvis Bustamante Tarrillo es el regidor No. 6 de la lista apepista. Nació en el distrito de La Ramada, Cutervo, Cajamarca. Es relacionista industrial y sociólogo. Trabaja como Consejero Familiar.  Juan Carlos Pérez bautista, es el regidor No. 7. Nació en La Peca, Bagua, Amazonas. Es psicólogo egresado de la USS y trabaja en esa Universidad desde que egresó en el 2007. Es Magister en Psicología Clínica y de la Salud. Hace un tiempo fue entrevistado por el colega Carlos Fernández  Lazo, y a una pregunta tuvo una respuesta de antología: “cómo pueden decir que las obreras de Chiclayo son pobres, cuando tienen a sus hijos estudiando en el Pardo y usan carteras de marca”.

Octavio Romero Romero, es el regidor No. 9. Nació en el distrito de Llapa, San Miguel, Cajamarca. Es comerciante, propietario de una empresa de inversiones. Los tres tienen una actuación muy similar. Son espectadores.  Disciplinados y reverentes a lo que decida el Alcalde. Sin ningún tipo de iniciativa, por lo menos hasta ahora.  Mi amigo Ángel Vallejo se lamenta que  no quieran ir a su programa para entrevistarlos. La pregunta es: ¿por falta de capacidad o por orden superior? En ambos casos una vergüenza.

Tengo que referirme a la chiclayana Liliana Barrantes Piscoya, la única dama de la lista de mayoría. Una joven mujer valiente y luchadora. Es posible que, después de lo que lean, la vuelvan a atacar, como lo hicieron algunos de sus colegas, cobardemente. Hubo allí uno que quiso cargarle una mochila, por el tema del hermano, implicado en el caso de Torres Gonzáles. Me imagino que, esa situación habrá golpeado muy fuerte a su familia, pero acaso ¿es responsable Liliana, de lo que hizo o no, su hermano? Cornejo convocó a Barrantes Piscoya, porque la conocía como una perseverante  dirigente en la lucha por la Seguridad Ciudadana, y como un día me dijo: “confío en que hará un gran papel”.

Y, en medio de todo, y viendo lo que está pasando en su gestión, el Alcalde no debería sentirse decepcionado. Por lo menos, hay una voz que intenta y quiere decirle: “Baja de la nube”. “Estamos cometiendo errores”.  “No seas soberbio” y haciendo una dupla con lo que, en su momento le dijera a Cornejo el Gobernador Humberto Acuña: “No hables tanto”.

Pero el hombre es así. Poeta y fabulador. Cacareador  y soberbio. ¿Podrá cambiar? Dependerá de él y de sus consejeros, pero mientras tanto, siento que estamos ante “EL NARRADOR DE CUENTOS Y EL SILENCIOS DE LOS ¿INOCENTES?” 





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