En Noviembre
pasado, y durante una reunión informal, le hice una pregunta al electo Alcalde David Cornejo Chinguel (DCCh): “siempre me ha llamada la atención las canciones que, como
mensajes, daba el Colegio Mejía Baca. Sabía que la música correspondía a una
canción popular, pero me llamaba la atención la letra. Quién las hacía” Le
pregunté y su respuesta me sorprendió por su contundencia: “Yo”. Así que, el hombre no
solo era un empresario de la educación
progresista, sino que también poseía la sensibilidad e imaginación del
poeta. Aunque no podría definir si es seguidor
de Erato o de Urania.
El paso de los
meses en este año me fueron confirmando lo que observé desde sus primeras apariciones públicas como
como Alcalde Electo. Desde el show que armó en el local de los ingenieros para
presentar a los funcionarios de la “cultura
de la benignidad”, en donde habló poco más de una hora, a muchos de los
presentes no les quedó duda que,
estábamos frente a una persona con un incontenible afán de demostrar que era un
orador de polendas y que, sin necesidad de tener un discurso escrito, podía
transmitir su mensaje sin perder el hilo.
Decía Winston Churchill que, sus discursos
que le exigían mayor preparación, eran cuando le daban tiempo limitado para
hablar. Y, es verdad, todos aquellos que deben hacer uso de la palabra y no les
controlan el tiempo, producen estos efectos mientras hablan. Durante los primeros cinco minutos, tienen toda la atención de los
oyentes. En los siguientes cinco, la
gente empieza a pensar en otros tipos de
asuntos que les interesan, o les preocupan. Y en los siguientes cinco, la gente
empieza a pensar y en mascullar: “A qué hora acaba este &&&#####xxxxxx”.
Al Alcalde de
Chiclayo, poco le importan esos últimos cinco minutos. Cuando él arranca a hablar se parece a un camión bajando de la sierra,
al que se le han vaciado los frenos. No lo para nadie. Y, entonces, la inspiración
poética queda de lado y aparece la
imaginación frenética del fabulador, preocupado por demostrar que su cerebro es
una catarata de nuevas ideas, que son disparadas por su boca, casi como si a un
mono le dieran una metralleta cargada de balas.
Una de sus
primeras acciones, como fabulador, fue justamente en esa presentación de sus
funcionarios en diciembre del año
pasado. “Estamos presentando con
anticipación a los ciudadanos que estarán a cargo de la gobernanza de la
ciudad. Lo hacemos desde ahora, para que la ciudadanía los conozca y sepan de
su honestidad”, decía un exultante Cornejo. Todos suponíamos que, previo a
la presentación, cada uno de los colaboradores tendrían que haber pasado por
algún tamiz que, lo convencieran de su honestidad a él.
Sin embargo, sabemos
en qué terminaron. Uno, ni siquiera
llegó a ocupar su cargo por problemas judiciales. Otro, salió en medio del
primer escándalo de la nueva gestión, y el tercero se fue a mediados de Marzo,
después de haber estado en el cogollo cornejista. Escribía así DCCh su primer cuento.
Pero, ese mismo
día nos dijo a todos: “Quiero mencionar
la creación de la “Nueva Guardia Municipal Urbana”, destacando que esa
unidad se encargaría de brindarnos seguridad y orden. “Se respetarán las normas municipales y se erradicarán todos los actos
que hicieron de la cultura de la perversión el sino de Chiclayo”. Casi 8
meses de gestión y de la Nueva Guardia, ni la tos. Segundo Cuento.
“Desalojo con orden y con oportunidades”, les dijo a finales de Enero, DCCh a los ambulantes del Mercado
Modelo y prosiguió eufórico: “No se
trata de desalojar por desalojar, estamos recuperando el orden y vamos a
llevarlos a otras zonas desocupadas. Buscamos consensos y mejores
oportunidades”. Unos días después, el regidor apepista declaraba que: “400 o quizás 500 comerciantes serán
ubicados, a partir del 9 de febrero, en El Mercado del Pueblo”. Bueno,
estamos agosto y el mismo Regidor ha dicho que, probablemente, a fines de septiembre,
se les reubique a casi 1000 comerciantes. Tercer
Cuento.
Pero su febril
imaginación lo llevó a abrir un nuevo frente de lucha. El objetivo: el Hospital
de la Solidaridad. “Es una
sinvergüencería que intenten quedarse, es lamentable lo de los funcionarios del SISOL. Ellos no tienen corona, no se merecen
estar acá. EN UN MES TIENEN QUE SALIR”. Era el 11 de Marzo del 2015. Cinco
meses después, el hospital sigue allí por decisión judicial. El Paseo de los
Héroes, en planos y maquetas. Un arbitraje en la Cámara de Comercio de Lima y
un par de denuncias penales sobre Cornejo. Cuarto
cuento.
Un día después,
es decir el 12 de Marzo, Cornejo,
creyendo seguramente que era una especie de “Cruzado” moderno, decidió enfilar
sus baterías sobre el club “Juan Aurich”, a quien, en el siglo pasado, se le
había considerado “Patrimonio Deportivo de Chiclayo”, y muy convencido de
la bondad de su decisión, dijo: “El
Aurich tendrá que salir de la Videnita, porque vamos a construir allí el
Palacio de los Deportes. Vamos a recuperar el espacio para administrarlo de
manera adecuada”. Cinco meses después el Aurich sigue entrenando en el
Complejo. Cornejo ya no habla del tema y, Ruperto Castellanos, que dijo que el
Aurich no pagaba impuestos, se olvidó de cobrar. Quinto Cuento.
Dicen los que saben, que el nombre DAVID significa:
“el Elegido”. Me pregunto, si acaso nuestro DCCh se
sentirá así. Un “iluminado”, un “predestinado”, y, entonces pretende
que sus ideas y palabras sean sacrosantas. Que nadie las discuta, que nadie se
atreva a contradecirlo, porque la ira de Dios puede caer sobre ellos. Y,
entonces, atemorizados, prefieren quedarse callados y convertirse en parte del
decorado del Concejo. Hay un detalle
común entre todos los 9 regidores de APP, manifestado en las hojas de vida de
cada uno, presentadas al Jurado nacional de Elecciones. Ninguno registró, ni
ingresos, ni propiedades, ni, por supuesto, deuda alguna. ¿Acaso “el Elegido”
habrá dado la disposición? Si fuera así, entonces estaríamos ante un Sexto
Cuento.
Elvis Bustamante Tarrillo es el regidor No. 6 de la lista apepista.
Nació en el distrito de La Ramada,
Cutervo, Cajamarca. Es relacionista industrial y sociólogo. Trabaja como
Consejero Familiar. Juan Carlos Pérez bautista, es el regidor No. 7. Nació en La Peca,
Bagua, Amazonas. Es psicólogo egresado de la USS y trabaja en esa
Universidad desde que egresó en el 2007. Es Magister en Psicología Clínica y de
la Salud. Hace un tiempo fue entrevistado por el colega Carlos Fernández Lazo, y a
una pregunta tuvo una respuesta de antología: “cómo pueden decir que las obreras de Chiclayo son pobres, cuando
tienen a sus hijos estudiando en el Pardo y usan carteras de marca”.
Octavio Romero Romero, es el regidor No. 9. Nació en el distrito
de Llapa, San Miguel, Cajamarca. Es comerciante, propietario de una empresa
de inversiones. Los tres tienen una actuación muy similar. Son espectadores. Disciplinados
y reverentes a lo que decida el Alcalde. Sin ningún tipo de iniciativa, por lo
menos hasta ahora. Mi amigo Ángel Vallejo se lamenta que no quieran ir a su programa para
entrevistarlos. La pregunta es: ¿por
falta de capacidad o por orden superior? En ambos casos una vergüenza.
Tengo que referirme a la chiclayana Liliana Barrantes Piscoya,
la única dama de la lista de mayoría. Una joven mujer valiente y luchadora. Es
posible que, después de lo que lean, la vuelvan a atacar, como lo hicieron
algunos de sus colegas, cobardemente. Hubo
allí uno que quiso cargarle una mochila, por el tema del hermano, implicado en
el caso de Torres Gonzáles. Me imagino que, esa situación habrá golpeado
muy fuerte a su familia, pero acaso ¿es responsable Liliana, de lo que hizo o
no, su hermano? Cornejo convocó a Barrantes Piscoya, porque la conocía como una
perseverante dirigente en la lucha por
la Seguridad Ciudadana, y como un día me dijo: “confío en que hará un gran papel”.
Y, en medio de
todo, y viendo lo que está pasando en su gestión, el Alcalde no debería
sentirse decepcionado. Por lo menos, hay una voz que intenta y quiere decirle: “Baja de la nube”. “Estamos cometiendo
errores”. “No seas soberbio” y
haciendo una dupla con lo que, en su momento le dijera a Cornejo el Gobernador Humberto Acuña: “No hables
tanto”.
Pero el hombre es así. Poeta y fabulador. Cacareador y soberbio. ¿Podrá cambiar? Dependerá de él y
de sus consejeros, pero mientras tanto, siento que estamos ante “EL NARRADOR DE CUENTOS Y EL SILENCIOS DE
LOS ¿INOCENTES?”
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