Casi 9 años estuvo preso acusado de terrorista. No vio crecer a su
último hijo, pero al final pudo comprobar
que la mujer que Dios le dio por compañera, asumió el timón de la nave
familiar y, a pesar de las mareas en contra, los fuertes vientos traicioneros y
la carencia en afrontar muchas necesidades que los hijos requerían, pudo llegar
con todos a buen puerto. La chiclayana
Nancy Valcárcel hizo más todavía.
Alimentó en sus hijos el amor y el respeto hacia el padre ausente. Al padre condenado por terrorista. Al padre,
que resistió estoicamente, las reiteradas y públicas acusaciones, que el
corrupto gobierno fujimontesinista le hicieran.
YEHUDE SIMO MUNARO apareció en política en la década de los 80.
Siempre con ideas izquierdistas, pronto captó la atención de tiros y troyanos. En Chiclayo, el APRA y Acción Popular, eran las fuerzas
predominantes. Simon lideró Izquierda
Unida y casi dio el batacazo en 1983, cuando postuló a la alcaldía de Chiclayo
y quedó en segundo lugar. De allí en más su crecimiento político fue
notorio y notable. Hasta que como diputado en ejercicio, le tocó vivir el golpe
del 5 de abril de l992. El Perú tenía una nueva dictadura y un dictador civil,
apoyado por las Fuerzas Armadas: Alberto Fujimori.
Yehude estaba en Europa y como lo
dijeron muchos en su momento, cometió el error de volver. “Voy a defender la democracia” dijo con la decisión de los cruzados
cuando fueron a recuperar la tierra santa. “No
vengas” le dijeron sus amigos, sus familiares. Pero pudo más la sangre
palestina que circula en sus venas y volvió. Un mes después de su llegada, fue
detenido, acusado y sentenciado. Veinte años de prisión fue la condena.
Pretendieron callarlo y no lo lograron. Nueve años después por presión popular,
salió en libertad.
Muchos pensaron que con lo
vivido, ya tendría suficiente. Que se olvidaría de la política. Sus hijos
querían tenerlo al lado. Pero no pudo con su genio. Regresó a Lambayeque,
postuló a la presidencia del Gobierno Regional y casi durante dos períodos
ejerció el cargo. En el ínterin fue Presidente del Consejo de Ministros, cuando los apristas
estaban en el poder. Y luego fue congresista.
Toda una vida en la política. Algo de experiencia tiene. Sin duda. Y
cuando habla hay que escucharlo.
“No voy a postular en el 2015 como candidato al Congreso por Lambayeque. Mi ciclo político
en mi Región ya terminó”. Más claro
ni el agua. Pero ese pez que es Yehude, necesita seguir moviéndose y entonces
suelta la piedra: “Estoy preparándome
para la presidencia de la república” y no perdió la oportunidad para mandar
sus chiquitas: “tengo que trabajar desde
ya, porque yo no tengo plata como cancha, ni tampoco me viene sola”. Yehude
está reconfortado por que el PHP, logró ganar 11 alcaldías. Una provincial en
el sur. “Vamos creciendo y para el 2016
seremos opción”.
Pero Chiclayo y su momento
también le preocupan, seriamente. “César
Nakasaki, no debió aceptar la defensa de Beto Torres. Él es chiclayano y los chiclayanos están
dolidos, mortificados, molestos por la corrupta gestión de Torres” lo dice
convencido. En algún momento Torres y
Simon fueron aliados políticos para una elección, pero cuando el PJ sacó de su
cargo al alcalde y fue hasta el TC para que lo restituyan, Yehude señala: “yo visité al TC para pedirles que tuvieran
en cuenta la desastrosa situación de Chiclayo, que apuraran su sentencia”.
Y con claridad me dijo que ni Martín Rivas, ni Virgilio Acuña, abogaron por
Torres. “De eso estoy seguro. Los que sí
estaban preocupados por la probable ratificación de la condena de Beto, eran
Aguinaga y Velásquez y ambos tenían llegada al TC”.
Ha habido, a raíz de lo
descubierto, varios “Ferrando” en
los medios. Se pelean por ser los autores de la primicia, como si eso tuviera algún
valor. Pero, casi la mayoría de los periodistas limeños, pontífices de las
noticias, señalaron que ningún congresista lambayecano se había preocupado, a
lo que Yehude replicó: “No es mi caso,
en RPP dijeron que había sido el único que se preocupó. Es más yo pedí para que
no se politizara el trabajo de la
Comisión Fiscalizadora que vino por los trabajos de saneamiento, que ninguno de
los cinco la integrara”. Y, efectivamente, el congresista de Fuerza
Popular, Segundo Tapia, vino e hizo un
muy buen trabajo, que todavía duerme el sueño de los justos en el Congreso.
Pero ése ya es otro tema.
“Vamos a llamar al Congreso, al presidente del TC. Lo que ha declarado
el Colaborador Eficaz es terrible”, dijo un indignado Yehude, recogiendo el
sentimiento de los chiclayanos, que sufrieron la impotencia de no lograr que
sus pedidos fueran atendidos por el Tribunal y lo que es peor, ver como uno de
eso sinvergüenzas llamado Gerardo Eto Cruz, dijo primero que se inhibía por
decoro en el caso Torres Gonzáles, por haber sido su asesor y luego, a la hora undécima, aparece para
olvidarse de su decoro y votar en favor de su ex asesorado. Increíble.
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