domingo, 9 de marzo de 2014

¿OTRO PATÁN EN LA ALCALDÍA?.... ¡YA NO POR FAVOR!

Corría el año 2003 y Castillo Chirinos asumía por tercera vez la alcaldía de la Municipalidad Provincial de Chiclayo. Mucha gente pensaba que llegaba el salvador de la ciudad. Hubo por allí un abogado que metido a opinador político en una radio local, no dejaba de manifestar su contento cada que podía, “solo usted nos puede salvar don Arturo, solo usted”. Volvió Castillo y con él sus actitudes prepotentes, abusivas, desenfrenadas. Volvió la intolerancia, la falta de respeto a los demás, el maltrato cotidiano, sin importar sexo ni edad. Volvió Castillo. Volvió el patán. No pasó mucho tiempo para que demostrara de qué estaba hecho. Su resentimiento social, su maldad, el egoísmo del que hacía gala y el encubrimiento de su falaz comportamiento, bajo la bandera de liderar una lucha contra la corrupción, lo motivaron a tomar medidas, que en su insania, pensó, eran las más adecuadas. Pero éste artículo no trata sobre su, para mí nefasta gestión, que culminó con el incendio del Palacio Municipal, sino que algunos de los hecho vividos en ese tiempo y originados en su perversidad, me permiten considerar que, si no tomamos con la debida seriedad la posibilidad que el Ingeniero David Cornejo llegue a la alcaldía de Chiclayo, podemos volver a vivir esas situaciones tan desagradables que avergonzaron a muchos chiclayanos, que no hicieron como el abogado de marras, una plañidera letanía para que el patán volviera. Unas anécdotas: Elena Lluén era una joven trabajadora municipal y una aguerrida luchadora política. No simpatizaba con Castillo y apoyó a Bartra Grosso. El flamante alcalde la tenía en la mira y apenas pudo la mandó a trabajar al camal municipal. Era un castigo sin duda, pero Lluén aceptó. Una mañana, Castillo apareció por el Camal, seguramente para ver si la joven monsefuana estaba allí. Y estaba. Lluén se acercó y le dijo: “Alcalde buenos días”. La respuesta del patán, fue un escupitajo y una mirada de odio visceral. En otra ocasión, decidió sacar a todos los ambulantes de las inmediaciones del Mercado Modelo. Coordinó con la policía y una mañana, metió cargadores frontales, tractores piucos y palanas y levantó veredas, jardineras y todo lo que se podía para sacar a los comerciantes. Más de 1000 policías apoyaron la absurda demolición y formaron una valla para impedir que volvieran. El asunto es que ya no importaba el costo social, sino lo que costaba mantener a la policía como guardianes de la disposición de Castillo. Y, el general de los uniformados le pidió que pagara los viáticos, a lo que el patán alcalde se negó. La policía fue retirada al tercer día y Castillo calificó al general de “borracho”. En estos días, un trabajo periodístico elaborado por el Semanario Expresión y que tenía que ver con presuntas ilicitudes cometidas por Cornejo Chinguel en el abastecimiento de agua para el local de la universidad de la que es promotor, motivó no solo el interés de propios y extraños en el ambiente político, sino también una prepotente, matonesca, injuriante respuesta del candidato a la alcaldía de Chiclayo, representado a Alianza para el Progreso. Como me dijeron algunos observadores: se vistió de Castillo, se volvió un PATÁN. Entre mis absurdas ideas, como diría el poeta, he sostenido siempre que el periodista de opinión es un compendio de lo que la justicia representa. A veces somos policías, a veces fiscales y a veces jueces. En muchas ocasiones, la valoración que tenemos de lo que significa AMIGO nos vuelve antipáticos a los que nos ven como tales. Es difícil complacer los pedidos que a veces nos hacen para no tocar un asunto que consideramos de interés público. Corremos el riesgo de volvernos seres solitarios, sometidos siempre al clásico “te lo digo, pero no digas que fui yo”. O el otro extremo: “cómo sabes, quién te lo dijo”. En ese momento, el periodista se convierte en sacerdote después de una confesión. Si alguien pensó que Rosita Chambergo iba a dejar pasar la oportunidad de presentar el informe sobre el presunto clandestinaje de la universidad Mejía Baca, propiedad de Cornejo, se equivocó. Su experiencia periodística y las pruebas iníciales que tenía le daban la seguridad que estaba ante un hecho irregular. Cavó y cavó, no en términos sanitarios, sino de investigación periodística y halló la veta. Un contundente primer informe congestionó las líneas de comunicación apepistas y soltó muchos cables. “Y ahora, yo decía que no era el candidato” se oyó a alguien. “Pucha, aquí hay una mano negra… ¡no puede ser!”, dijo otro. “Para mí Raúl Valencia tiene mucho que ver en esto” expresó un habitué al local de Bolognesi. Valencia Medina, quien en algún momento fue sindicado por César Acuña como candidato a la alcaldía, pidió una reunión urgente con la dirigencia para aclarar los rumores. Uno de los presentes señaló que la discusión entre Cornejo y Valencia fue fuerte y acalorada. “Tú has mandado a los periodistas a los que les das publicidad de tu universidad a atacarme” dijo un tembloroso (por la ira que tenía) Cornejo Chinguel. Valencia lo negó rotundamente y le sugirió que revise su entorno porque: “hay gente como ese Rojas, que lo único que hacen es envenenarte”, precisó. Cornejo retrucó y señaló que si seguían los ataques: “voy a ordenar que todos los periodistas que he contratado y los medios que he alquilado, te ataquen”. Entonces, un trémulo Humberto Acuña se puso de pie y sin pararse en una silla, llamó al orden a los discutidores: “No podemos pelearnos entre nosotros. Hay que trabajar unidos y superar diferencia, sino estamos condenados a perder”. Hubo silencio y luego, Cornejo y Valencia decidieron ir a tomar desayuno los dos solamente para limar asperezas, que pudiesen todavía haber quedado. En esa charla, Valencia le sugirió a Conejo que acepte darle una entrevista a Expresión. Esa misma mañana se concretó. Las imágenes grabadas para el programa que Rosita Chambergo conduce en Canal 21 TV NORTE son elocuentes. No necesitan mayores comentarios. Solo una cosa que mi amiga y colega me dijo. “Nosotros quisimos hablar primero en su oficina, pero nos dijo que no, que quería que le enseñáramos las conexiones clandestinas. Ya estaba ofuscado, nervioso. Quería refutar en base al insulto, a la prepotencia, al agravio”. Y yo digo: “¿Acaso ese Cornejo era el promotor educativo que ha creado colegio, instituto y universidad?, ¿El que se refiere permanentemente a citas bíblicas, para aplicarlas en acciones cotidianas?, ¿El que abraza a madres humildes, o deja que le recen pastores de otros movimientos religiosos, para pedir apoyo divino para el logro de sus metas? Creo que allí apareció su verdadero yo: el patán. El que se cree intocable, el que no acepta críticas, el que puede hacer lo que se le da la gana porque es “mi plata”. Sí pues, no quiero ni imaginarme cómo será el trato de este precandidato a la alcaldía de Chiclayo en sus propiedades y con sus trabajadores. Y por supuesto, no me lo imagino como alcalde Chiclayo. ¿Y usted? Por eso digo: “¿OTRO PATÁN EN LA ALCALDÍA? ….. ¡YA NO POR FAVOR!”

3 comentarios:

Jose Maeda Ascencio dijo...

PATÁN ES, POR EJEMPLO, EL QUE, COMO ALCALDE POR CASUALIDAD, ASUME QUE NO HAY PERIODISTAS EN CHICLAYO Y LE DA PUBLICIDAD E IMPRESIONES POR CERCA DE UN MILLÓN DE SOLES A UNA SOLA PERSONA. JAPANAJÁ. ES CUASI UN ROBO. SE NECESITA HÍGADO PARA HABLAR O ESCRIBIR DESPUÉS DE HABER DELINQUIDO. NOSOTROS EN CHICLAYO LES LLAMAMOS "CONCHUDOS".

Chiclayo Diferente dijo...

Este rufián jactancioso con su rancio periodismo con toda su PATANERÍA verbal y de persona habla de alguien que ni siquiera conoce.
De ahí para saber la catadura moral de este sujeto de NOBLECILLA.
Lo que le pasa a este, es que no duerme tranquilo porque dicho candidato no solo hará una profunda AUDITORIA a la MPCh. al actual alcalde, sino también a los que llegaron por accidente a dicha responsabilidad y no cumplieron con transparencia dicha función.

Unknown dijo...

Hola "mermelero" Noblecilla eres mas sinverguenza igual que Beto Torres y tu comadre Rosa Chambergo, te copio la respuesta de Arturo Castillo en su facebook el cuál tiene mas de 5,000 seguidores: "A ESTOS DOS SUJETOS QUE FUNGEN DE PERIODISTAS LOS DENUNCIÉ PENALMENTE POR LA DEFRAUDACIÓN QUE HABÍAN OCASIONADO A LA COMUNA CHICLAYANA CON EL CUENTO DE LA PUBLICIDAD Y LO QUE ES MAS NOBLECILLA FUE DENUNCIADO POR UN CONJUNTO DE ACTOS ILICITOS QUE COMETIÓ CUANDO ESTUBO AL FRENTE DE LA ALCALDÍA PERO EL PODER JUDICIAL COMO SIEMPRE SE HA ENCARGADO DE EXCULPARLOS. ¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR DE SEMEJANTES ALHAJITAS? DENUNCIARLOS POR DIFAMACIÓN ES PERDER EL TIEMPO PORQUE LA MAFIA SE ENCARGA DE EXCULPARLOS.
PERO LO MAS IMPORTANTE ES QUE ME SIENTO ORGULLOSO DE HABER SIDO UN PATAN CON LOS CORRUPTOS, CON LOS MAFIOSOS Y CON LOS OCIOSOS Y SINVERGUENZAS QUE PARE QUE TRABAJEN HABÍA ANDARLOS A PUNTA DE GRITOS, AJOS Y MIELES. JAJAJA
ARTURO CASTILLO