domingo, 16 de marzo de 2014

EPSEL: EL DESMADRE DE LA GUARDIA PRETORIANA

EPSEL: EL DESMADRE DE LA GUARDIA PRETORIANA Eran las 3 y 10 de la tarde del sábado 15 de marzo, cuando recibí la llamada de un contacto al interior de EPSEL: “sesionó el directorio. Estuvieron todos, incluido el Ing. Custodio”. ¿Qué había pasado? si 48 horas antes, Percy Quesquén, Aníbal Barrera y James Uriarte, no solo permitieron el atropello que un grupo de exaltados sindicalistas cometieron contra Custodio Cachay, sino como lo contara el Ing. Jorge Pizarro Castañeda: “solo les faltó aplaudir la matonesca acción. Se pasaron sonriendo, mientras Custodio era vejado, zarandeado, insultado y no dejaron de hacerlo mientras a empellones lo sacaban de la sala del directorio”. Sin poder contener su indignación, Pizarro, responsabilizó al alcalde Torres de haber orquestado esta afrenta: “Quesquén, demostrando su falta de madurez y su sumisión a Torres, solo hizo el papel de tonto útil, permitiendo que el principio de autoridad se rompa definitivamente”. En la sesión del sábado, una vez más Uriarte Núñez, haciendo honor a su veletesco comportamiento, quiso poner la agenda de la sesión, para lo cual, con la complacencia de esa alma en pena que es Aníbal Barrera, había establecido una relación de casi una docena de puntos, entre los que no estaba como prioridad el caso del cuestionado Cristián Josemaria Soriano, quien sabe porqué el veterano maestro fue quien lo propuso, indebidamente, para el cargo de Sub Gerente de Logística, al que Soriano no debió nunca acceder, pues no solo no cumplía con los requisitos del MOF, sino que, además, la acreditación de la OSCE, como “Funcionario o Servidor CERTIFICADO”, fue expedida el 01 de Julio del 2013. Esa acreditación es requisito INDISPENSABLE para trabajar en el área de logística de cualquier institución del estado y cuando el directorio en la sesión de Mayo 2013, decide su incorporación, no la tenía. Soriano, abogado de profesión, sabía que estaba cometiendo una irregularidad y aún así no dijo nada. Pero, además, en el Reglamento de de la Ley de Contrataciones del Estado se establecen dos parámetros más, para ocupar cargo de sub gerente: experiencia laboral no menor de tres años y experiencia laboral en MATERIA DE CONTRATACIONES PÚBLICAS O EN LOGISTICA, no menor de un año. Por la Constancia de Habilidad del Colegio de Abogados, se sabe que Soriano se convirtió en miembro activo de la Orden el 10 de Agosto del 2013, año en que ingresó a EPSEL, después de una muy cuestionable labor en la Municipalidad de Chiclayo. Para Martín Villanueva, el poderoso asesor de la administración Torres, Soriano sí cumplía con la “experiencia en el sector”. Cuando le pregunté si había trabajado en Logística en el municipio, me dijo muy seguro que sí: “Él revisaba los contratos que se tenían que firmar con los proveedores”. Ahora nos explicamos la enorme experiencia en contratos de Soriano, tan grande, que produjo el cataclismo y vergüenza posterior en la licitación de los emisores. Pero bueno, es a raíz de ese escándalo cuando la prensa descubre la presencia de dos hombres del cogollo de Torres en puestos claves de EPSEL: Soriano en Logística y Juan Carlos Torres Ovalle, en la gerencia de administración. Con dos profesiones a cuestas (es abogado y contador), Torres pasó por la municipalidad en el puesto de Tesorero, siendo también muy cuestionado. Ambos son amigos. Torres lo quiso proteger a Soriano cuando reventó el caso de los emisores, poniéndole primero una sanción de suspensión por cinco días y rebajándola a tres cuando se enteró que a ese límite llegaba su capacidad de sanción. Sin embargo, lo que hasta ahora resulta un misterio (aunque hay varias especulaciones) son las razones que llevaron a Torres Gonzales a blindar a Soriano. Fue tan descarada la acción del alcalde, que ahora se sabe de una reunión que convocó el pasado martes 11 de marzo con los dirigentes del sindicato que lidera Pilar Cabrera y del que está en formación, liderado por el Ing. Roberto Vallejos. Allí, un compungido Torres les habría hecho saber los problemas que originaba la presencia de Roger Custodio en el directorio: “No está reconocido en la SUNARP. Por su culpa, no podemos inscribir a José Baca como gerente y por lo tanto, se viene una serie de problemas que los pueden afectar también a ustedes”. Torres sabía que entre los presentes había un incendiario. Martín Villanueva lo conocía perfectamente. El asunto era darle un poco de gasolina para que hiciera arder a Troya. Marco Castañeda Serrano se imaginó de inmediato lo que se tendría que hacer: sacar a como diera lugar a Custodio de la sesión del directorio que se había programado para el jueves 13 de marzo. “No se preocupe alcalde”, habría dicho el flaco Castañeda, veterano de mil y una artimañas políticas. Y con otro sindicalista, un ingeniero de apellido Montoya, armaron la estrategia. “Hacemos un plantón en la puerta de la Planta y no lo dejamos entrar” se dijeron. Pero no contaron que Custodio y Pizarro, alertados de la acción, ingresaron muy temprano a la Planta. Preocupados, esperaron la llegada de los demás miembros del directorio. Un trémulo y siempre complaciente James Uriarte fue el primero en llegar. “No se preocupen. Hoy se soluciona todo. Custodio no es director reconocido y por lo tanto no puede participar en la sesión del directorio” habría dicho el veterano ingeniero. “Uriarte, Uriarte, Uriarte”, era el grito de la pequeña masa de trabajadores. El viejo maestro ingresó con el pecho hinchado, convencido que había actuado bien. No le importó nunca lo que, en una ocasión, dijo su colega Jorge Pizarro: “Marco Castañeda maneja a Uriarte con el chasquido de los dedos”. El tiene un objetivo: quedarse como director de EPSEL. Y tiene un plan para lograrlo: hacerle caso a lo que le pide Roberto Torres o le transmite Quesquén Díaz. Una pena. Una decepción. Una vergüenza. Luego, vino el ultraje a Custodio. Castañeda, Montoya y algunos más gritaron, insultaron a Custodio, ante la complaciente mirada de Quesquén, Barrera y Uriarte. Solo Pizarro defendió virilmente a su colega. La iracunda presencia de los vándalos triunfó. Custodio y Pizarro, tuvieron que ir al Ministerio Público a sentar las denuncias pertinentes. Al día siguiente, la regidora Celinda Ortiz denunció también lo de Soriano y el comportamiento de los directores. El viernes 14 de marzo el alcalde de La Victoria decidió intervenir. Fue a la Planta de EPSEL y lo conminó a Quesquén a darle toda la información de lo que pasaba con Custodio y al tomar conocimiento de la afrenta a la que fue sometido, le exigió de inmediato abrir una investigación. “Para mí esos dos deben ser separados de la empresa. Han cometido una falta gravísima. Ultrajar a una autoridad como lo han hecho con un director de la empresa, merece el despido inmediato” dijo muy molesto el alcalde victoriano, que aseguró haber hablado con Torres Gonzales pidiéndole aclare su posición. El alcalde Chiclayo la aclaró. El sábado sesionó el directorio, Custodio Cachay estuvo presente y de manera unánime, Soriano Castro fue destituido. Se dice que ahora se van a revisar los casos de Torres Ovalle y del gerente Baca Távara. Ninguno de los dos cumple con los requisitos del MOF. Ambos tendrían que salir. Torres como Soriano a la calle. Baca a su gerencia comercial. ¿Y Castañeda y Montoya? el tiempo lo dirá. El lunes 20 de marzo, Torres va a firmar el acta de la sesión de la Junta de Accionistas donde eligió a Custodio, casi con cuatro meses de atraso y luego que lo denunciaran por Omisión y Retardo de funciones. Y esa denuncia lo acompañará por un largo rato. Mientras tanto hay en EPSEL: EL DESMADRE DE LA GUARDIA PRETORIANA.

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