domingo, 23 de marzo de 2014

¿NENE O PRESIDENTE?

Es el último de los 12 hijos que procreó el matrimonio formado por Héctor Acuña y Clementina Peralta. El actual presidente de la Región Lambayeque, Humberto Acuña Peralta, llegó al mundo en Ayaque, un humilde caserío del distrito de Tacabamba, en la provincia de Chota, cuando sus hermanos mayores empezaban a estudiar en la universidad. Como ha dicho varias veces, el fundador de APP, César Acuña Peralta: “mis padres eran campesinos sin mayor educación, pero hicieron todo lo necesario para que sus hijos estudiaran y se hicieran profesionales”. Y lo lograron, con la gran mayoría, incluido el último de ellos. Para nadie es un secreto el término “cariñoso”, con el que, en la familia Acuña Peralta, se referían a Humberto. Nene era la palabra que usan para llamarlo. Me imagino que para sus hermanas era una especie de muñeco viviente, con el que jugaban a ser mamás, como juegan todas las mujercitas, en sus años infantiles. Ellas le habrán cambiado pañales, enseñado a peinarse, lavarse. Ellos, conforme crecía, lo habrán mandado con los recados a las enamoradas de turno. O, a comprarles algo, que en presencia del padre, no podían hacerlo. Y, me parece, como pasa en todas las familias, donde hay una gran cantidad de hermanos, que los mayores le habrían dicho más de una vez: “Nene, anda cómprame cigarros y vuelves para darte tu propina”. Y el Nene iba nomás. Pasaron los años y el Nene se fue haciendo hombre. Sus hermanos mayores eran ya profesionales y no tuvieron que hacer muchos esfuerzos para convencer a sus padres que, Humberto tenía que estudiar una profesión. Y él decidió por la ingeniería. Y se vino a la costa, a estudiar en Chimbote, al mismo tiempo que trabajaba con sus hermanos. Ya era universitario, pero para la familia seguía siendo “el Nene”. No lo molestaba. Total, en esos años iniciales de universitario y luego, cuando decide compartir su vida con Mayra García, la política estaba muy lejos de ser un objetivo en su vida. Cuando César lo convoca para que trabaje con él, en la Universidad Señor de Sipán, acepta de inmediato. Venía trabajando con su hermano Darío, como ingeniero residente en las obras que realizaban las empresas que éste poseía. Humberto, es designado como Gerente General de la USS y tuvo la suerte de tener del saque como apoyo, guía y consejero personal, a un maestro, como Humberto Llempén Coronel. Ambos, hicieron una dupleta formidable, que ha llevado a la universidad al lugar que hoy tiene. Cuando lo conocí a Humberto, allá por el 2005, la política no estaba entre sus planes. Era, es verdad, el responsable político de APP en la región. Pero su tarea mayor, era la de manejar la infraestructura, observar y de vez en cuando, aparecer en los mítines. Al interior del partido, sin embargo, nada se movía sin su autorización. Y la gente, pronto se dio cuenta de ese detalle. Y él también. Cuando en el 2010, César, le dice: “Nene, tú vas a ser el candidato de APP para la presidencia de la región”, él sintió que le estaban variando el ritmo de vida. Se había mimetizado con la USS. Le gustaba ver cómo crecía la infraestructura física de la misma. Le gustaba ayudar a los alumnos que pedían apoyo económico para sus estudios. Disfrutaba como bebito, con los directorios, donde Humberto Llempén ponía los puntos sobre las íes en los temas docentes y le hacía la cosa fácil, para que, como gerente general, el Nene se luciera tomando las decisiones finales. Ya para entonces, era el Ingeniero. Más tarde, fue el Doctor. Solo cuando no estaba presente, era el Nene. En el 2011, fue electo presidente de la Región Lambayeque. Los primeros meses fueron complicados. Hoy, recuerda y se ríe del primer discurso que dio en su juramentación: “Me lo dieron media hora antes, la letra era chiquitita. Se me hizo un mundo. Pero decidí esforzarme para que esa situación no se repita”. Puedo dar fe, que así fue. Como anécdota, cuento una invitación que le hizo Roger Pingo, a una actividad de la UDCH. Recuerdo que era con jóvenes. Roger quería que Humberto diera un mensaje, a lo que el presidente se negaba. Me pidió entonces que le hablara para convencerlo. Le dije: “Roger anúncialo”. Y, a Humberto le dije: “estás en tu ambiente, con los jóvenes. Háblales como lo haces con los muchachos de la USS”. Felizmente, el Nene decidió hacerlo. Al final, no había cuando acabara. Sin duda, era otro. El miedo escénico había sido superado. Sin duda que a lo largo de estos tres años, Humberto Acuña Peralta ha ido evolucionando. Ahora, no descarta ninguna entrevista en los medios. Incluso, se muestra irónico en alguna de sus respuestas. Ha sabido llevarse con su vicepresidente, que muchas veces es una tarea muy complicada. Es verdad que parece que decidió convertir a la soberbia y a la vanidad, como amigas suyas. Y, al decir de muchos que lo conocen buen tiempo, le cuesta más, ser el muchacho sencillo y humilde que era antes de ser presidente, cuando solo era el Nene. El problema, señalan algunos de sus seguidores, es que Humberto, es terco en la defensa de aquellos que considera sus amigos, pero que en la función pública, no han tenido un desempeño eficiente. Son los que han dado pie, para que muchas veces, las críticas feroces de Virgilio Acuña Peralta, salgan a la luz: “No tiene experiencia en gestión" dijo el 13 de julio del 2013. “La incapacidad que tiene para analizar las situaciones globales o nacionales, hace que salga con ese tipo de respuestas” señaló el 12 de febrero del 2014, refiriéndose a una, ya insigne respuesta del Nene: “yo no soy Dios para hacer que llueva”, a lo que Virgilio, respondió: “las personas que representamos a un país o región, debemos ser personas más serias”. Con hermanos así, ¿para qué requerir enemigos? Me imagino las sonrisas de oreja a oreja de Manuel Valverde, Antonio Becerril y de todos aquellos que quieren el sillón de la presidencia regional. Al parecer, en el comportamiento de algunos de sus hermanos, ellos siguen viendo a Humberto como al hermanito menor, al que lo pueden resondrar y castigar en caso responda. No acaban de aceptar que ahora decide sus actos, gana su dinero y que dejó de hacer mandados. Ahora tiene poder y autoridad. Sin embargo, ellos se han encargado de poner en vitrina la pregunta, sobre quién es Humberto Acuña Peralta: ... ¿NENE O PRESIDENTE?

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