En el poema “Los Heraldos Negros”, el poeta liberteño, César Vallejo, dejó para la posteridad unos versos que a la
letra dicen:
“Hay golpes en la vida, tan fuertes…yo no sé
Golpes como del odio de Dios, como si ante ellos
La resaca de todo lo sufrido
Se empozara en el alma…Yo no sé.
Son pocos, pero son…abren zanjas oscuras
En el rostro más fiero y en el lomo más fuerte” ……
Me pregunto, si esta derrota que ha sufrido David Cornejo Chinguel (DCCh) en su
terca postura de buscar la presidencia de la AMPE, habrá sido uno de esos
golpes de los que hablaba Vallejo, que permitan meditar a quien los reciba,
evaluar su comportamiento, escuchar
voces que no solo alienten sus deseos, sino que le hagan ver sus errores? La pregunta, sin embargo, cae sola. ¿Tendrá
Cornejo, la humildad suficiente para reconocer su derrota y sus “metidas de
pata”?
Hace pocos días el regidor Víctor Torres declaró con total
honestidad: “es que no tenemos experiencia
política casi todos los regidores”. Eso es verdad, aunque habría que
agregar que tampoco Cornejo la tiene.
Sin embargo, tanto el hoy, casi fantasmagórico Segura Díaz, como el ex alcalde
Barrueto Sánchez, muy cercano a Cornejo, deberían convertirse en orientadores
de sus colegas, sobre todo Segura, ayer fogoso y rabioso crítico de la
gestión Torres Gonzáles, que parece haber mojado su polvorín y hoy está más
callado que la momia Juanita.
Quizás si Segura hubiese
mantenido su posición crítica, el alcalde no hubiese menospreciado al concejo, pues como me dijo un Regidor, Cornejo nunca
pidió se autorizara su postulación a la AMPE. “Fue una decisión personal,
aunque es evidente que va en representación de la MPCh”. El Segura de la gestión pasada, ya lo hubiese
parado de cabeza, pero como ahora parece
que la decisión de Cornejo no fue tan de él, sino que vino desde Trujillo, se
quedó más mudo que un tapete de mesa de
noche.
Y Cornejo, que al parecer solo
habla con Dios, que es su “asesor principal”, se fue a Lima. Allá se encontró
con alcaldes apepista de varias regiones del país y con algunos amigos lambayecanos
que respaldaban su candidatura, entre ellos sus regidores Montenegro y Pérez,
también el Gobernador Regional Humberto Acuña y los consejeros Raúl Valencia y
Miguel Bazán. Todos ellos compartieron un almuerzo en el Club Ancash, donde
Cornejo hizo uso de la palabra para pedir el respaldo a su candidatura, a casi 300
alcaldes apepistas.
La
comida fue buena, rocoto relleno de entrada y arroz con pato de segundo.
Remataron con un mini King Kong que tenía el rostro de Cornejo en la envoltura. Las risas por doquier y las promesas de
votar también. Al final, nadie sabe quién pagó el almuerzo, si el dinero salió
de las arcas de APP o de los bolsillos de César Acuña o de DCCh. La estrategia para
tener tantos alcaldes fue convocarlos a una reunión partidaria. El
¿gasto o inversión? fue en vano, las promesas quedaron en eso y el resultado
así lo dice. Los más conocedores de las internas
del partido de la “A” señalan que los alcaldes liberteños no votaron a
Chinguel. Sus votos vinieron del sur del país.
Para una persona acostumbrada a mandar, a que sus mínimos
deseos se conviertan en órdenes indiscutidas, perder, es una palabra que no
está en su lenguaje diario. Para
Cornejo, esta derrota que hoy es materia de conversación en todas las
municipalidades del país, debe haber sido como si le hubiesen metido una
barreta caliente en el pecho: No hay consuelo que valga.
De allí que lo afirmado por el
buen Alfredito Montenegro en su muro
de Facebook, resulte por lo menos extraño, “David
Cornejo logró una tremenda conjunción nacional…pero el dinero del cuestionado
re-re-re-re electo de Benavides (alcalde de Ate), pudo más”. Y, agrega sin
una pizca de vergüenza, “Por eso la
frase de Atahualpa es a propósito, usos son de la guerra, vencer o ser
vencidos”. Me pregunto si, acaso
Alfredito no habrá sido uno de los mentores de la disparatada candidatura de
Cornejo.
Claro, como una aclaración al
regidor Montenegro debo decir que, el Alcalde
Oscar Benavides ha sido cuatro veces
reelecto en su distrito Ate. Por algo
habrá sido, no es cierto. Su experiencia municipal es mayor que la de Cornejo
y si se trata de inversión económica, pues yo no sé cuál es la fortuna de
Benavides, pero si Cornejo no estaba a su nivel económico, no debió presentarse
y punto. Ningún chiclayano con dos dedos
de frente le pidió que sea candidato. Así que, ahora ni él ni ninguno de sus áulicos se queje, ni critique.
Cornejo perdió y punto.
Ahora tendríamos que analizar qué
tanto pierde la Municipalidad Provincial
de Chiclayo con esta derrota de su Alcalde. Yo diría que, más allá del
simplismo del resultado, nada. La AMPE es una institución sin ningún peso
específico en la realidad política, social y económica de nuestro país. Es como un alma en pena, que vaga por el
mundo municipal sin mayor trascendencia. César Acuña fue su presidente
durante 8 años, pero es evidente que las horas del día no alcanzan para que una
persona tenga que atender tantos asuntos. Alcalde de Trujillo, presidente de su
grupo empresarial, presidente de su partido político, la verdad es que debe
haber sido poco el tiempo entregado al
AMPE.
Por eso, este organismo casi no
ha tenido presencia en las municipalidades del país. Por lo menos que recuerde,
en Chiclayo, su influencia ha sido nula.
Hace algunos meses atrás, llegaron un par de sus funcionarios a dar unas
charlas de capacitación, pero como me dijo el alcalde Anselmo Lozano, “yo tengo para enseñarles, por eso fui un día y ya no
regresé”. Por eso es que digo que la Municipalidad no pierde nada. No conozco
cómo habrá quedado la relación Benavides-Cornejo, pero si éste lo incluyó entre
los miembros de la perversión, el asunto va a ser de indiferencia total hacia
Chiclayo.
¿Y APP? Para mí es el gran
perdedor. A pesar de tener una gran cantidad de municipios distritales y
provinciales, de contar con un respaldo económico poderoso, los apepistas no
lograron su objetivo y entonces, a partir del viernes 3 de Julio, tendrán que
revisar internamente su estrategia futura. Una
cosa es César Acuña Peralta (CAP) y otra los demás posibles candidatos a algo.
El líder fundador de APP ganó las elecciones regionales en La Libertad, y a los
pocos días se convirtió en presidente de la Asociación de Gobernadores
Regionales.
Pero Acuña, si quiere ser
Presidente de la República, va primero a tener que renunciar a su actual cargo
de Gobernador en pocos meses. Luego
tendrá que contratar a un equipo de expertos en mercadeo político, para que
analicen la derrota de Cornejo y establezcan las líneas maestras que le puedan
dar una chance triunfal. No va a ser fácil. Los políticos adversarios que tiene
el “hombre de la raza distinta” se cuentan por miles en todo el país y
entonces tendrá que ver bien sus siguientes metas, no vaya a ser que se quede
sin soga y sin cabra.
En APP son cada vez más fuertes los rumores de un distanciamiento con
Cornejo Chinguel. Los antiguos y nuevos
militantes no lo consideran del partido. No hablan en voz alta, es verdad,
pero son muchos los que sienten y piensan que el Alcalde se mantiene por la amistad
con Humberto Acuña y el respaldo de César, sin embargo, empiezan a preguntarse:
“hasta
cuándo”. Y claro, declaraciones como las que acaba de hacer, “de ninguna manera voy a apepizar mi
gestión”, les ha sabido como chicharrón de sebo.
Un antiguo militante me dijo: “no quiere a los apepistas, pero sí a sus
amigos o a los que les recomiendan, como Bravo Monje, Leopoldo Vásquez, Reyes Morán,
Guillermo Guerrero, Julca Encomenderos o la ex gerenta Morillos y da
trabajo a periodistas o a sus hijos para callarlos”. Pucha, parece que se
los tienen apuntados, sobre todo si tenemos en cuenta lo que agregó, “nosotros comimos tierra y olimos basura,
cuando lo acompañábamos en la campaña, éramos varios, entre hombres y
mujeres y ninguno vio a los que he mencionado”.
1 comentario:
CORNEJO ganó y CHICLAYO también, quien perdió o perdieron fueron los opinólogos de escritorio que están perpetuamente atrapados e infectados por el odio y envidia con sus perversos comentarios y sus opiniones que se desvanecen como en desorden cataléptico. En esta mezquina oposición de odios y envidias se encuentra Fernando noblecilla Merino. A mi parecer su acritud hacia Chinguel es para desquitarse de su fracaso como fugaz alcalde de Chiclayo que fue Noblecilla y, que fue nombrado no por elecciones sino, entre gallos y media noche asumió el cargo por las circunstancias de la MPCh. parecido al caso de la ex alcaldesa por dos meses Elizabeth Montenegro Dávila.
http://tumivision.blogspot.com.es/2015/08/chiclayo-gana-eleccion-nacional-y.html
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