jueves, 16 de julio de 2015

¿QUÉN PERDIÓ: CORNEJO, LA MPCh, o APP?

En el poema “Los Heraldos Negros”, el poeta liberteño, César  Vallejo,  dejó para la posteridad unos versos que a la letra dicen:
“Hay golpes en la vida, tan fuertes…yo no sé
Golpes como del odio de Dios, como si ante ellos
La resaca de todo lo sufrido
Se empozara en el alma…Yo no sé.
Son pocos, pero son…abren zanjas oscuras
En el rostro más fiero y en el lomo más fuerte” ……

Me pregunto,  si esta derrota que ha sufrido David Cornejo Chinguel (DCCh) en su terca postura de buscar la presidencia de la AMPE, habrá sido uno de esos golpes de los que hablaba Vallejo, que permitan meditar a quien los reciba, evaluar  su comportamiento, escuchar voces que no solo alienten sus deseos, sino que le hagan ver sus errores? La pregunta, sin embargo, cae sola. ¿Tendrá Cornejo, la humildad suficiente para reconocer su derrota y sus “metidas de pata”?

Hace pocos días el regidor Víctor Torres declaró con total honestidad: “es que no tenemos experiencia política casi todos los regidores”. Eso es verdad, aunque habría que agregar que tampoco Cornejo  la tiene. Sin embargo, tanto el hoy, casi fantasmagórico Segura Díaz, como el ex alcalde Barrueto Sánchez, muy cercano a Cornejo, deberían convertirse en orientadores de sus colegas, sobre todo  Segura, ayer fogoso y rabioso crítico de la gestión Torres Gonzáles, que parece haber mojado su polvorín y hoy está más callado que la momia Juanita.

Quizás si Segura hubiese mantenido su posición crítica, el alcalde no hubiese menospreciado al concejo, pues como me dijo un Regidor, Cornejo nunca pidió se autorizara su postulación a la AMPE. “Fue una decisión personal, aunque es evidente que va en representación de la MPCh”.  El Segura de la gestión pasada, ya lo hubiese parado de cabeza, pero como ahora parece que la decisión de Cornejo no fue tan de él, sino que vino desde Trujillo, se quedó  más mudo que un tapete de mesa de noche.

Y Cornejo, que al parecer solo habla con Dios, que es su “asesor principal”, se fue a Lima. Allá se encontró con alcaldes apepista de varias regiones del país y con algunos  amigos lambayecanos que respaldaban su candidatura, entre ellos sus regidores Montenegro y Pérez, también el Gobernador Regional Humberto Acuña y los consejeros Raúl Valencia y Miguel Bazán. Todos ellos compartieron un almuerzo en el Club Ancash, donde Cornejo hizo uso de la palabra para pedir el respaldo a su candidatura, a casi 300 alcaldes apepistas.

 La comida fue buena, rocoto relleno de  entrada y arroz con pato de segundo. Remataron con un mini King Kong que tenía el rostro de Cornejo en la envoltura. Las risas por doquier y las promesas de votar también. Al final, nadie sabe quién pagó el almuerzo, si el dinero salió de las arcas de APP o de los bolsillos de César Acuña o de DCCh. La estrategia para tener tantos alcaldes fue convocarlos a una reunión partidaria. El ¿gasto o inversión? fue en vano, las promesas quedaron en eso y el resultado así lo dice. Los más conocedores de las internas del partido de la “A” señalan que los alcaldes liberteños no votaron a Chinguel. Sus votos vinieron del sur del país. 

 Para una persona  acostumbrada a mandar, a que sus mínimos deseos se conviertan en órdenes indiscutidas, perder, es una palabra que no está en su lenguaje diario. Para Cornejo, esta derrota que hoy es materia de conversación en todas las municipalidades del país, debe haber sido como si le hubiesen metido una barreta caliente en el pecho: No hay consuelo que valga.

De allí que lo afirmado por el buen Alfredito Montenegro en su muro de Facebook, resulte por lo menos extraño, “David Cornejo logró una tremenda conjunción nacional…pero el dinero del cuestionado re-re-re-re electo de Benavides (alcalde de Ate), pudo más”. Y, agrega sin una pizca de vergüenza, “Por eso la frase de Atahualpa es a propósito, usos son de la guerra, vencer o ser vencidos”.  Me pregunto si, acaso Alfredito no habrá sido uno de los mentores de la disparatada candidatura de Cornejo.

Claro, como una aclaración al regidor Montenegro debo decir que, el Alcalde Oscar Benavides ha sido cuatro veces reelecto  en su distrito Ate. Por algo habrá sido, no es cierto. Su experiencia municipal es mayor que la de Cornejo y si se trata de inversión económica, pues yo no sé cuál es la fortuna de Benavides, pero si Cornejo no estaba a su nivel económico, no debió presentarse y punto. Ningún chiclayano con dos dedos de frente le pidió que sea candidato. Así que, ahora ni él ni  ninguno de sus áulicos se queje, ni critique. Cornejo perdió y punto.

Ahora tendríamos que analizar qué tanto pierde la Municipalidad Provincial de Chiclayo con esta derrota de su Alcalde. Yo diría que, más allá del simplismo del resultado, nada. La AMPE es una institución sin ningún peso específico en la realidad política, social y económica de nuestro país. Es como un alma en pena, que vaga por el mundo municipal sin mayor trascendencia. César Acuña fue su presidente durante 8 años, pero es evidente que las horas del día no alcanzan para que una persona tenga que atender tantos asuntos. Alcalde de Trujillo, presidente de su grupo empresarial, presidente de su partido político, la verdad es que debe haber sido poco el tiempo  entregado al AMPE.

Por eso, este organismo casi no ha tenido presencia en las municipalidades del país. Por lo menos que recuerde, en  Chiclayo, su influencia ha sido nula. Hace algunos meses atrás, llegaron un par de sus funcionarios a dar unas charlas de capacitación, pero como me dijo el alcalde Anselmo Lozano, “yo tengo para enseñarles, por eso fui un día y ya no regresé”. Por eso es que digo que la Municipalidad no pierde nada. No conozco cómo habrá quedado la relación Benavides-Cornejo, pero si éste lo incluyó entre los miembros de la perversión, el asunto va a ser de indiferencia total hacia Chiclayo.

¿Y APP?  Para mí es el gran perdedor. A pesar de tener una gran cantidad de municipios distritales y provinciales, de contar con un respaldo económico poderoso, los apepistas no lograron su objetivo y entonces, a partir del viernes 3 de Julio, tendrán que revisar internamente su estrategia futura. Una cosa es César Acuña Peralta (CAP) y otra los demás posibles candidatos a algo. El líder fundador de APP ganó las elecciones regionales en La Libertad, y a los pocos días se convirtió en presidente de la Asociación de Gobernadores Regionales.

Pero Acuña, si quiere ser Presidente de la República, va primero a tener que renunciar a su actual cargo de Gobernador en pocos meses. Luego tendrá que contratar a un equipo de expertos en mercadeo político, para que analicen la derrota de Cornejo y establezcan las líneas maestras que le puedan dar una chance triunfal. No va a ser fácil. Los políticos adversarios que tiene el “hombre de la raza distinta” se cuentan por miles en todo el país y entonces tendrá que ver bien sus siguientes metas, no vaya a ser que se quede sin soga y sin cabra.

En APP son cada vez más fuertes los rumores de un distanciamiento con Cornejo Chinguel.  Los antiguos y nuevos militantes no lo consideran del partido. No hablan en voz alta, es verdad, pero son muchos los que sienten y piensan que el Alcalde se mantiene por la amistad con Humberto Acuña y el respaldo de César, sin embargo, empiezan a preguntarse: “hasta  cuándo”. Y claro, declaraciones como las que acaba de hacer, “de ninguna manera voy a apepizar mi gestión”, les ha sabido como chicharrón de sebo.

Un antiguo militante me dijo: “no quiere a los apepistas, pero sí a sus amigos o a los que les recomiendan, como Bravo Monje,  Leopoldo Vásquez,  Reyes Morán,  Guillermo Guerrero, Julca Encomenderos o la ex gerenta Morillos y da trabajo a periodistas o a sus hijos para callarlos”. Pucha, parece que se los tienen apuntados, sobre todo si tenemos en cuenta lo que agregó, “nosotros comimos tierra y olimos basura, cuando lo acompañábamos en la campaña, éramos varios, entre hombres  y  mujeres y ninguno vio a los que he mencionado”.

Las aguas empiezan a moverse al interior de Alianza para el Progreso y en pleno año cuasi electoral, es de esperar que se pongan mucho más movida, sobre todo, si se trata de imponer candidaturas, pero mientras tanto  los observadores y los amigos del partido de César Acuña se preguntan. ¿QUIÉN PERDIÓ: CORNEJO, LA MPCh o APP?

1 comentario:

ARTE Y POLÍTICA. Actualidad / Cultura y Deporte dijo...

CORNEJO ganó y CHICLAYO también, quien perdió o perdieron fueron los opinólogos de escritorio que están perpetuamente atrapados e infectados por el odio y envidia con sus perversos comentarios y sus opiniones que se desvanecen como en desorden cataléptico. En esta mezquina oposición de odios y envidias se encuentra Fernando noblecilla Merino. A mi parecer su acritud hacia Chinguel es para desquitarse de su fracaso como fugaz alcalde de Chiclayo que fue Noblecilla y, que fue nombrado no por elecciones sino, entre gallos y media noche asumió el cargo por las circunstancias de la MPCh. parecido al caso de la ex alcaldesa por dos meses Elizabeth Montenegro Dávila.

http://tumivision.blogspot.com.es/2015/08/chiclayo-gana-eleccion-nacional-y.html