Hace algunos días, hice un comentario en mi
cuenta de Facebook refiriéndome a una noticia que me habían proporcionado sobre
el acuerdo del directorio de EPSEL para designar como su asesor al exdirector James Uriarte Núñez (JUN). No hacía mucho, habían salido unas
declaraciones del presidente del directorio
Hugo Bravo Monje, que no
dejaban muy bien parados a los directorios anteriores, de todos los cuales
formó parte Uriarte Núñez.
Decidí llamar por teléfono a JUN, y cuándo me
contestó, le pregunté su opinión sobre las declaraciones de Bravo Monje, y con voz
baja y trémula, me dijo: “no quiero
hablar sobre eso, Fernando, porque el directorio ha acordado designarme asesor
y estoy en la antesala del alcalde para que me confirme la designación”. No
lo podía creer. Mi viejo maestro del CMEA, me acababa de pegar un “Cross” a la mandíbula. Qué pena y qué
vergüenza. “Asesor”, y entonces, si
tienen que pisarme, que me pisen. “Asesor”, y si tengo que decir que las gestiones
anteriores fueron un fiasco, aunque formé parte de ellas, qué me importa. Total lo que cuenta es el
contrato y punto.
En el diario “La República” del día lunes 16
de febrero 2015, se publica una entrevista que le hicieran al joven presidente
de EPSEL, en la que, entre otras cosas, reconoce: “siempre he tenido un perfil bajo. He sido consultor, maestro
universitario y soy directivo de CAPECO”. Su paso por la gestión pública se
dio en el 2005, cuando estuvo relacionado con el programa “A Trabajar Urbano”. Muy poco, sin duda, para la enorme
responsabilidad que le ha dado Cornejo Chinguel de presidir EPSEL y quién sabe por eso, la decisión del
directorio de designar a Uriarte, haya tenido que pasar por la “bendición” del
alcalde, casi como una copia fiel de lo que solía hacerse en los años de la
“perversión”.
En la mencionada entrevista, Bravo señala que:
“En EPSEL se encontró a profesionales
que habían sido relegados por la administración anterior, sin embargo, ahora se
les ha encomendado funciones de acuerdo a sus competencias”. Y, en la edición de hoy martes 17 febrero
2015 del mismo diario, salen unas
declaraciones de Bravo que son de antología: sus servicios (refiriéndose a
Uriarte) solo serán por tres meses, y que el directorio tomó esa decisión por
necesidad de conocer los informes de la anterior directiva, en razón que no hay
un balance. Señaló que se le pagará tres mil soles al mes.
Uriarte es ingeniero civil. Los balances los
trabajan los contadores, y recién allá por marzo, se ven sus cierres, y luego
son auditados para que la Junta de Accionistas los apruebe. ¿Sabrá esto Bravo
Monje? Más aún, si entre las gestiones que viene haciendo está la de recuperar
a los funcionarios relegados, ¿acaso no estarán entre ellos, los contadores,
los economistas y hasta los administradores que puedan ver un balance de la
empresa?
Quiera o no, JUN ha formado parte de ese lado
oscuro y perverso de EPSEL. Él se mantuvo, y todos en la empresa lo saben, como
director, porque Torres Gonzáles así lo quería. Todos saben que fue Uriarte quien llevó a trabajar a la empresa a dos hombres de Torres que salieron por la
puerta falsa de la MPCh, Cristian Soriano y
Juan Torres Ovalle, los mismos que tuvieron un comportamiento negativo
en la cuestionada primera licitación de los emisores, cuya comisión de
licitación la presidió el actual gerente general de la empresa, Néstor Salinas.
(Se ve que Bravo no se ha preocupado en tratar de conocer un poco lo que pasó
en años anteriores)
Y como se señala en la denuncia penal que la exregidora Celinda Ortiz Prieto
presentara ante el Ministerio Público
contra James Uriarte por el supuesto delito de nombramiento y aceptación ilegal
para cargo público, ésta todavía está en proceso de investigación, y entonces
surge la duda. Si para ser director de
la Empresa, el candidato, de acuerdo al inciso h) del Artículo 5° de la
Directiva No. 01-2014-OTASS/CD, no debe
ser parte en procesos judiciales pendientes de resolución contra la EPS donde
ejercerá sus funciones, ¿cómo entender
la designación de JUN como asesor, cuando lo denunciado por Ortiz,
resulta evidente?
Cabe preguntarnos, qué tipo de asesoría va a
brindar Uriarte al nuevo directorio. Sobre balances, creo que no, pues no es
CPC. Sobre obras, puede ser, pero tendría que tener en cuenta el joven e
inexperto presidente del directorio, que pondría al gato de despensero. Uriarte
es tan responsable, como otros directores, por la situación de la empresa. Teniendo
esto en cuenta, por qué no se hizo un concurso entre Uriarte y Aníbal Barrera,
que también fue director de la empresa, casi el mismo tiempo que JUN.
¿Se habrá puesto a pensar Bravo Monje que, de
repente lo que se busca es minimizar las deficiencias cometidas? Joven Bravo, hay un viejo dicho que dice: “Más sabe el diablo por viejo que por
diablo”. Mi viejo profesor, en ese típico comportamiento que se le critica, presentó su Hoja de Vida al
seno del Concejo, para que lo consideren como el representante en el directorio de EPSEL. Nadie votó por él. No pudo entrar por la puerta, ahora entró
por la ventana.
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