domingo, 20 de abril de 2014
CARTA A LOS CANDIDATOS A LA ALCALDÍA DE CHICLAYO
CARTA A LOS CANDIDATOS A LA ALCALDÍA DE CHICLAYO
En poco menos de un mes, voy a cumplir 66 años de vida. Soy por lo tanto, unos años mayor que la mayoría de ustedes y quizás por ese detalle, me siento con derecho a dirigirles el comentario de esta semana, como una carta personal a quienes quieren ser, el futuro Alcalde de Chiclayo. Me refiero a: Alberto Ortiz Prieto, a David Cornejo Chinguel, a Marco Gasco Arrobas, a Carlos Burgos Montenegro, a Juan Merino Aurich, a Fernando Moreno Avalos, a Hébert Zúñiga Vásquez, a Lucio Asalde Vives y a Lucas Rodríguez Tineo.
La decisión popular determinará finalmente, cuál de ustedes va a conducir los destinos de la ciudad y de los chiclayanos en los siguientes cuatro años. Algunos se preguntarán por qué no considero al actual burgomaestre Roberto Torres, si aunque lo niegue todos sabemos que volverá a ser candidato. Pues la respuesta la tendrán más adelante. Por ahora permítanme decirles algo a los “nuevos”.
Para empezar, quiero pedirles que, definidas sus candidaturas y su inicio formal de campaña, por favor NO NOS MIENTAN. No nos ofrezcan nada que en realidad no puedan concretar. Estamos cansados de escuchar promesas que luego no se cumplen y que generan decepciones, por lo frustrantes que son. Dígannos la verdad. “Estás loco”, me responderán algunos, “el que dice la verdad en política, pierde”. Puede ser, pero alguna vez debemos empezar, sobre todo los que esperan ser los líderes de una comunidad, a trabajar en base a demostraciones claras, transparentes y justas en nuestros mensajes y en nuestras acciones.
El que gane va a encontrar una ciudad con un sinnúmero de problemas y tendrá, como todo buen ejecutivo, que plantear mediante una planificación estratégica, cómo los va a solucionar. Desde la caótica situación del comercio ambulatorio, hasta la construcción de edificios con claros visos de violación de los parámetros que los rigen. En el medio, la calcutación del tránsito vehicular, la compra de la ex Mutual, la expoliación de los ahorros del SATCH, el desastre administrativo y ejecutivo de EPSEL, las obras de pavimentación mal hechas, etc, etc.
Sin embargo, lo más impactante va a ser el tema de la corrupción. Hace poco, el Ing. Cornejo Chinguel señaló con contundencia que, de ser él el elegido, no le temblaría la voz para denunciar todo acto de corrupción que se descubra en el municipio. Y, es que, en la mayoría de los chiclayanos, hay una percepción muy fuerte que la corrupción ha viajado en el asiento del copiloto, en la nave que ha manejado con tanta impericia Torres González. La sensación de impunidad con la que el actual alcalde ha sobrepasado casi todas las denuncias que se le han hecho, trae rápidamente a la conciencia de todos nosotros lo que está pasando en Ancash.
Así como en esa Región, tras la figura de César Álvarez, hay montado todo un tinglado que lo respalda y protege, conformado por jueces, fiscales, congresistas, periodistas y otros, en nuestra ciudad se tiene de hecho la misma situación. A Torres hay congresistas que lo han apoyado, entre ellos Velásquez y Aguinaga. Cuando su caso llegó al TC, se dice que la influencia de ellos fue fundamental. Algunos señalan que lo hicieron, movidos por la cercanía que Torres tuvo con Alan García en su primera administración y por la tácita alianza que hizo con el fujimorismo en las últimas elecciones, donde su fallecido hermano fue candidato.
No lo dicen abiertamente, pero funcionarios del Ministerio Público, señalan la avidez de algunos fiscales para que lleguen a sus manos las denuncias que hay contra Torres Gonzales. ¿Porqué?, pues las respuestas podemos sospecharlas, pero no dejan de llamar la atención que varias de ellas han sido archivadas, aunque en algunos casos vueltas a poner en el tapete, por disposiciones superiores. El que gane, tendrá que exigirle a su procurador, la mayor diligencia en el seguimiento de los casos. La debida coordinación con el Procurador Anti Corrupción para que, la tarea de los fiscales no desmaye y para que, el Poder Judicial no mire para otro lado.
Mucha razón tenía un experto en la lucha contra la corrupción: “Nunca se les va a poder ganar a los corruptos, mientras la justicia no mande a la cárcel a los grandes. Si sólo se castiga a los chiquitos, la situación seguirá siendo la misma”. Así que sin necesidad de hacer una cacería de brujas, la presencia de la nueva autoridad debe estar respaldada por la firmeza en su accionar, para que los daños que se han hecho a Chiclayo, ante el estupor de los chiclayanos, no queden ni en el olvido, ni en la impunidad.
Y, es evidente que esta administración ha tenido un grupo de periodistas, a quienes les enajenaron su opinión, les pagaron su silencio, les dieron trabajo, ofertándoles como a Esaú, un plato de lentejas, para que callen. El caso más patético, es el de ese periodista de un diario local, que generó la denuncia que le costó la salida de la alcaldía a Torres Gonzales y que luego se retractó y hoy trabaja en el SATCH. A ese tipo de personas, nunca les permitan acercárseles, son como las sirenas que querían confundir a Ulises. No valen la pena, por más que griten, insulten o difamen. El que gane, procure tener tranquila su conciencia, pues de ser así, no hay porqué temerle al diablo.
Permítanme una sugerencia, que no es ninguna novedad, pero que sería, de realizarse, una verdadera demostración de madurez política. ¿Por qué no trabajan todos juntos, en una especie de ACUERDO POR CHICLAYO, donde se elaboren las líneas maestras de cada problema y sus soluciones, con los matices que cada quien quiere darle? Pero, que todos sepamos, que las nuevas administraciones no trabajarán guiadas por la inspiración del alcalde de turno. Que todos sepamos a dónde vamos, cómo viajaremos, cuándo llegaremos. Por una primera vez, tengamos a un estadista como Alcalde, que levante la ilusión de todos, que por fin Chiclayo volverá a ser el Piloto del Norte.
Y finalmente unas palabras para Roberto Torres González, nuestro alcalde, al que elegimos por dos veces consecutivas y que ya forma parte de la historia de nuestra ciudad: “Nos has decepcionado a muchos, Beto. Sabíamos de tus limitaciones y tu falta de experiencia política, pero lo disimulabas con tu humildad, tu amiguismo. Sin embargo, pronto, muy pronto, fuimos descubriendo otras caretas. El 13 de Mayo del 2003, generaste un incidente con un policía. Se dijo que estabas ebrio y tu hermano te salvó, explicando que él había creado el problema. Meses después, cayeron, cometiendo delito, dos de tus más importantes funcionarios que hasta hoy están en la cárcel. Y, uno por lo menos, dijo en las audiencias judiciales, que tú estabas al tanto de todo. Me imagino que tus asesores te habrán comentado o informado por lo menos, de lo que pensamos los chiclayanos con relación a las obras. No solo que están mal hechas, sino que, adrede están mal hechas, porque los contratistas tenían que reducir la calidad de las mismas, por las “gotas” que habían tenido que dejar en el camino y que mermaban sus utilidades. Un solo ejemplo de ese tipo de casos: La prolongación de la Av. Leonardo Ortiz, en su empalme con la Av. Las Américas, antes del año ya había sido parchada, en más de 6 puntos. ¿Quién ha pagado por eso? ¿Acaso la obra no la hizo una empresa cuya dueña vivía en un pueblo joven en Piura y qué no se supo nunca más de ella?
Como dice el chico Peredo cuando narra los partidos de fútbol: “un consejo de pata Beto”. No insistas en otra reelección. Piensa en ti. Ya sufriste dos parálisis faciales. Yo sufrí una y sabes lo qué me dijo el médico que me vio: “su cuerpo le está enviando un mensaje: me estás maltratando”. Y claro, uno se pone a pensar, qué es lo más preciado que se tiene, pues LA VIDA, BETO..TU VIDA. Si tú no la cuidas, ten la seguridad que nadie la va a cuidar por ti. Ya serviste a Chiclayo por 8 años. ¿Qué propósito tiene seguir cuatro más? ¿O temes algo? ¿O crees que quien llegue, va a descubrir cosas que pueden terminar contigo y con algunos de tus colaboradores, en la cárcel?
Ya no escuches voces que te hablen al oído diciéndote que tú eres el mejor alcalde de Chiclayo. Pudiste haber sido, pero perdiste la brújula y hoy tu barco está lleno de lastre. Vas a cumplir 55 años. Disfruta los que vienen. Deja a otros que se preocupen por Chiclayo y ten la seguridad que, el que gane va a hacer una buena labor, quizá como tú pudiste hacerla, pero no la hiciste. Reconfórtate, porque en medio de todas tus acciones conque complicaste el desarrollo de la ciudad y originaste la mortificación, enojo y repudio de una gran mayoría de chiclayanos, has ocasionado que empecemos a considerar seriamente, en que, solo trabajando juntos, podremos superar la crítica situación que nos vas a dejar y que me llevan hoy a dirigir esta CARTA A LOS CANDIDATOS”.
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