domingo, 28 de septiembre de 2014

¿TENEMOS PSICÓPATAS EN LA POLÍTICA PERUANA?

Algunos analistas y políticos en actividad, han coincidido en  que las exigencias, para poder ostentar autoridad luego de pasar por un proceso electoral, deben ser más prácticas y capaces de ser evaluadas por todos. Hoy en día, se piden datos de estudios  primarios, secundarios y universitarios. Se quiere saber dónde trabajó, que cargos ocupó, cuál es su paso por la política partidaria. Y, claro, muchos nos preguntamos “¿a quién realmente le interesan esos datos? … ¿Qué utilidad, finalmente, genera para el elector?”

¿Debemos entender en todo caso, que  una persona con instrucción básica solamente y con una experiencia de vida impresionante no puede ser elegida autoridad? ¿Y qué pasa si su comunidad le reconoce méritos? como no es profesional,  como no tiene maestrías, doctorados y otros grados, ¿está excluido de poder ser electo?

En el anterior artículo sumariamente señalaba dos puntos que deberían ser tomados en cuenta para las próximas elecciones regionales y municipales. Los partidos y movimientos políticos que deseen participar, deben acreditar presencia activa, que incluya local partidario en cada uno de los distritos que conforman una provincia y además presentar listas participantes con militantes inscritos en cada distrito.

Pero también los candidatos deberían probar algunas experiencias de vida, es decir aquellas que no se estudian en la universidad. Por ejemplo, que los candidatos a los municipios hayan formado una “Junta Vecinal”, por lo menos en el barrio donde viven.  Si lo que desean es servir a su comunidad, que demuestren las labores sociales de servicio que hayan efectuado. Si no les interesa el ganar dinero, que coloquen en la declaración jurada de inscripción sus ingresos mensuales y sus bienes patrimoniales, sin acogerse, como muchos lo han hecho, a que ese dato  era  opcional.

Y, en el caso de los candidatos a las regiones, el acreditar la formación de empresas o de liderar las mismas. Que se pueda comprobar que nunca quebraron empresas. Que sus movimientos financieros siempre fueron transparentes y de ser posible, que la SUNAT y en caso de Chiclayo, el SATCh, les otorguen certificados que indiquen que son buenos contribuyentes. Con esto se evitarían especulaciones, que en vez de intentar aclarar, solo causan  daños innecesarios.

Sin embargo, una de las sugerencias más reclamadas, pero también cuestionadas, es la exigencia para que los candidatos, presenten certificados médicos, en los cuales se señale claramente que no son  drogadictos.  Como todos sabemos, la drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones.

Hace un tiempo leí una entrevista que la periodista Laura di Marco le hiciera al Doctor Hugo Marietan y que tituló: “DONDE HAY PODER, HAY PSICÓPATAS” y que quiero compartir con ustedes en estos momentos políticos electorales que estamos viviendo en el país.  Marietan es un psiquiatra y escritor argentino de mucha experiencia en el estudio de la mente y el comportamiento humano. Es egresado de la Universidad de Buenos Aires, donde actualmente es docente y es un líder de opinión en psicopatía.

Según Marietan, “la psicopatía se muestra en la acción. El fantasear sobre matar, violar, estafar, dar y no plasmarlo en la realidad, no es psicopatía. El vociferar amenazas, tampoco. El psicópata HACE Y HACE HACER. Puede elaborar exquisitos planes, detalladas secuencias, o intrincados diagramas para sus acciones, pero es la descarga en lo real de todo ese material intelectual, lo que lo hace psicópata”.

Para el psiquiatra argentino, cualquiera no es un psicópata. Señala que no hay entrenamiento para lograr una mente psicópata. Que no hay un medio que lo genere. De acuerdo a sus investigaciones, “estos seres deambulan entre nosotros. Son así. Son formas de ser, como lo somos todos, pero tienen necesidades especiales y formas atípicas de satisfacerlas.

Entre los rasgos más frecuentes entre los psicópatas, se pueden mencionar: a) el uso particular de la libertad, b)intolerancia a los impedimentos, c)creación de códigos propios, d) necesidad de estímulos intensos, e) uso de drogas, f)satisfacción sexual perversas, g) Egocentrismo y sobrevaloración, h) manipulación, a través de mentiras, coerción, actos fingidos y fascinación. Por supuesto hay más, pero el propósito del artículo no es señalarlos en su totalidad.

La entrevista de la periodista Di Marco fue publicada en agosto del 2013 y en ella, Marterian dio opiniones antológicas.  Dijo por ejemplo: “La política es un ámbito donde el psicópata se mueve como pez en el agua, lo que no significa que todos los políticos sean psicópatas, por eso los podemos encontrar en la izquierda y en la derecha”.

Cuando di Marco le pregunta: “¿Cómo distinguimos a un político psicópata?”. Marterian responde: “Trabaja siempre para sí mismo, aunque diga lo contrario. Es un mentiroso e incluso puede fingir sensibilidad. Actúa. Y uno le cree una y otra vez, porque es muy convincente. Un dirigente común sabe que tiene que cumplir su función durante un tiempo determinado. Y cumplida su misión se va. Al psicópata en cambio, una vez que está arriba, no lo saca nadie. No suelta el poder y mucho menos lo delega”.

Y añade: “otra característica es la manipulación que hace de la gente. Alrededor del dirigente psicópata se mueven obsecuentes, gente que, bajo su efecto persuasivo es capaz de hacer cosas, que de otro modo no haría. Y puede ser gente muy inteligente”. Y claro uno se pregunta cómo es que gente inteligente, preparada se deja manipular. El psiquiatra argentino responde: “porque es vulnerable a los psicópatas, porque éstos siempre trabajan con las mentes de los demás. Cuando una persona es vulnerable, el psicópata se mete en su cerebro. Lo captura. Y cuando esto sucede, lo convierte en su esclavo mental”.

Otro de los conceptos, que en esa entrevista dio Marterian, resulta estremecedor: “el psicópata es un manipulador, MANDA A HACER, NUNCA HACE ÉL. Es ingrato, carece de empatía, de la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Y cuando lucha por el poder, aísla a su enemigo y lo ningunea. O mejor dicho, manda a los demás a ningunearlo”.

Sin embargo, es preciso señalar que el psiquiatra argentino hizo también una importante aclaración: “Por supuesto que se puede ejercer el poder sin ser psicópata y de hecho la gran mayoría de líderes no lo son. Algunos trabajan por una reelección, pensando en los demás, buscando el bienestar común. El líder comunitario se distingue porque forma alianzas y consensúa. Cede para avanzar en la carrera política. El psicópata carece de capacidad para el consenso, porque precisamente no puede ponerse en el lugar de otra persona”.

Entiendo y estoy seguro, que ustedes, al leer éste artículo, habrán pensado de inmediato en algunas de nuestras autoridades y, por supuesto, en algunos de los candidatos. Por eso pregunto ¿TENEMOS PSICÓPATAS EN LA POLÍTICA PERUANA?

domingo, 21 de septiembre de 2014

DE TIBURONES, CACHEMAS Y PEJERREYES

Hoy voy a referirme a los candidatos  que buscan la presidencia del gobierno regional. Son 13 en total. Dos de ellos, se vieron sometidos a la rigidez del JEE, que los sacó, momentáneamente, de carrera, con el consiguiente perjuicio  a sus aspiraciones. Finalmente, el veredicto del JNE fue determinante y, ambos, Somos Perú y Vamos Perú, han vuelto a la contienda, aunque cabe destacar que el entusiasmo en dichas candidaturas sigue al tope, a pesar de que el tiempo para difundir sus planes de gobierno les sea escaso.

Casi desde el inicio de la campaña, se sabía que tres candidatos tenían las mayores posibilidades de ganar. Eran LOS TIBURONES, aquellos que no escatimarían ningún esfuerzo para lograr el objetivo. Humberto Acuña Peralta de APP, Antonio Becerril  de Fuerza Popular  y Manuel Valverde del APRA, están en ese nivel. Pertenecen a partidos políticos con trayectoria, tienen experiencia en la actividad pública y por lo menos, al principio, los tres gozaban de un buen respaldo económico. Ahora, ya se sabe que no es así.

HUMBERTO ACUÑA PERALTA (HAP),  el presidente-candidato  que va a la reelección y que en estos últimos días, se ha convertido en la piñata de la fiesta, es el que más atención genera.  Lo malo para él, es que todos le quieren pegar y  están con los ojos bien abiertos, a diferencia de los niños a los cuales se los vendan, para que no vean donde está la piñata.  La primera clarinada la dio hace algunos meses el congresista Yehude Simon, cuando dio a conocer una presunta información falsa, que en el 2010, presentara el Nene Acuña en la declaración jurada de su hoja de vida al JEE de esa  época. Tres años después, un diligente y vigilante ciudadano, contactó al líder del PHP, le dijo lo que había descubierto y hoy HAP, tiene un expediente abierto en el Ministerio Público, con muchas posibilidades que sea judicializado.

Sus adversarios, algunos de los cuales ya son prácticamente sus enemigos, han comenzado a contactar a distintos medios para facilitarles información sobre probables irregularidades en la gestión apepista. Lo malo es que, algunos de nosotros, los periodistas,  nos dejamos convencer prontamente de estas protervas intenciones, aun cuando vengan de gente como el consejero regional, secretario regional de los apristas, candidato a la vice presidencia y sentenciado a un año de prisión, un año de inhabilitación y al pago de 200 mil soles, Andrés Palma Gordillo.

Practicante de la política “miente, miente que algo queda”, la última denuncia mediática de Palma, ha sido la de acusar a Acuña, de cobros indebidos en el GRL. “Ha cobrado 400 soles mensuales de racionamiento, durante varios años” ha dicho Palma, agregando, en el colmo de la ignorancia o en una abierta difamación: “les ha quitado el pan a tantos niños pobres”. El sentenciado aprista debería saber que HAP, durante estos cuatro años, por lo menos, es funcionario público del nivel F-7. Tiene, por lo tanto, derecho a figurar en la planilla del GRL, a vacaciones anuales, a pago de gratificaciones, a escolaridad, etc.

Por lo tanto, el cuestionado cobro del “racionamiento” no es más que otra burda acción de Palma para llamar la atención de la opinión pública. Ahora,  también es verdad que el propio Acuña, con sus declaraciones, ha dado pie a que muchos pensemos que no cobraba su sueldo como presidente. Se sabía que, él utilizaba su propia camioneta para desplazarse. Que llevó a su secretaria personal que laboraba con él, en la USS, para que trabajara como secretaria de la presidencia. Que él le pagaba el sueldo, así como el del chofer  y que además pagaba el combustible que usaba su vehículo.  La gran mayoría de los lambayecanos, estábamos  convencidos que, con su “propio peculio” realizaba esos pagos. Ahora parece que no era así.

Según se ha sabido, el Nene sí cobraba  su sueldo de presidente, aunque, de inmediato lo distribuía a las personas mencionadas, pero el conocimiento de ese hecho, era solo para el consumo interno. Un abono más para ese gran déficit que ha tenido la gestión apepista, su falta de capacidad de comunicación para hacer conocer sus acciones a la opinión pública.
 
A pesar de estas situaciones y otras más, como la investigación en la fiscalía por datos falsos en su hoja de vida, o la sentencia de su hermano Darío, o la decisión del fiscal de archivar momentáneamente la denuncia que  le hicieran por las compras sobrevaloradas de las camionetas que le donaran a la PNP,  el popular “me dicen el mudo” está puntero en las encuestas. No hay seguridad que gane en primera vuelta, pero que, de darse el caso de una segunda, él estará allí, por supuesto que sí.

ANTONIO BECERRIL RODRIGUEZ  (ABR), dicen que, el gerente general de  Pomalca tuvo que bregar duro para que, Edwin Oviedo aceptará su decisión de ser candidato. Sin duda, ABR ha tenido mucho que ver con el progreso de una empresa que estaba casi en la quiebra, pero, como me dijeran un par de  amigos, trabajadores de esa empresa: “ahora ya no tenemos el mes de 15 días. Cobramos puntual y en el seguro nos atienden”.  Que algunos se quejan, es verdad. En la empresa privada se pierden algunos privilegios, sobretodo, de aquellos que suelen escudarse detrás de las líneas sindicales para pretender hacer lo que se les da la gana.

Y es precisamente esa dureza con la que se manejan las empresas privadas, la que ha puesto en estado de alerta a muchos funcionarios públicos. A diferencia de HAP, que no tiene mayores problemas laborales, ni de finanzas, Becerril ha tenido que batirse en varios frentes y hacerlo, muchas veces, sin mayores escrúpulos. No tiene, es verdad, mucha experiencia en la administración pública, pero su nivel gerencial lo ha demostrado tanto en Pomalca como en otra azucarera liberteña.

ABR entró en desventaja a esta parte final de la contienda electoral.  El JEE declaró improcedente su inscripción y lo tuvo en el limbo casi un mes. Él dice que siguió trabajando igual, pero, sin duda que la medida lo había afectado. Está contra el tiempo, pero, los recursos con que cuenta, ayudaran a que continúe en la lucha. Por lo pronto, para algunas encuestas, ya está en segundo lugar, con grandes posibilidades de impedir que HAP gane en primera vuelta.

MANUEL VALVERDE ANCAJIMA (MVA), como dirían algunos “ya no es el muchacho de antes”, ése que amenazaba con ir a buscar a su casa a HAP para que debata. Hoy, y lo ha dicho públicamente: “voy a debatir solo en el canal 41”, del que todos sabemos tiene una abierta simpatía por el APRA. Pero, no solo eso, ha vetado a algunos medios a los que considera incómodos o antiapristas. La frescura juvenil, con la que irrumpió en el escenario político en el 2010, ha dado pase a la elefantiásica mediocridad de algunos de sus acompañantes, como el sentenciado Palma Gordillo, o Díaz Periche, su candidato a primer consejero regional, del que, el vocero Julio Paz Gaviño ha dicho: “no sé a qué se dedica”.

Según algunas encuestas, Valverde tiene un buen porcentaje de aceptación que, sobrepasaría el núcleo duro de los apristas. Para mí, es difícil creerlo, porque entonces, estaríamos ante un fenómeno político. Un candidato sin presencia mediática,  trabajando periféricamente su campaña, eludiendo entrevistas que podrían descubrir acciones no muy claras y que llegue a tener un buen nivel de aceptación, pues no cabría ninguna duda que estaríamos ante una nueva y exitosísima forma de hacer campañas electorales.

LAS CACHEMAS, llamo así, a aquellos candidatos que siendo buenos, algo les falta para ser del gusto mayoritario. Marco Cardoso encabeza esa  lista. No pudo dejar su imagen de buen técnico, por la de un buen político. Sin pocos recursos  económicos y un, cada vez más, lejano Yehude, poco ha sido hasta hoy su avance. Antonio Uriarte, una verdadera sorpresa, un rostro nuevo que, sin muchos recursos dinerarios y con la decisión del JEE, que lo dejó fuera de competencia casi un mes, está allí cerca a Cardoso y quién sabe, convirtiéndose en una alternativa seria para el 2016. Rafael Aita, que equivocó su objetivo y no supo escuchar a los que, de verdad lo aprecian. Es un querido amigo de toda la vida y me resulta difícil, muy difícil, hacerle una crítica.

LOS PEJERREYES, los chiquitos, los que se metieron a la competencia sin tener claro el horizonte. Maribel Llamosa, Ciro Chávez, Jorge Sánchez, Humberto Heredia, Orinson Villalobos, Franklin Chávez y Oscar García. Todos ellos, buenas personas, seguramente con muy buenas intenciones, pero para estas competencias políticas, eso no basta.

Creo que, para el futuro, deberían ser mayores las exigencias para participar. Por ejemplo, que el partido o movimiento, presente listas en todos los distritos. Que tengan una casa política en cada uno de ellos. Más allá de las firmas y de los planes de gobierno, cubriendo esos dos factores, considero que podríamos evitar estas diferencias entre, TIBURONES, CACHEMAS Y PEJERREYES.

martes, 9 de septiembre de 2014

CAPITÁN BETO…. “SE HUNDE EL BARCO”


Todos sabíamos que, cuando Roberto Torres Gonzales (RTG) fue elegido alcalde, su conocimiento de la administración pública era muy pobre. Su padre lo había dejado, al igual que a sus hermanos, para que vean el negocio de su empresa de transportes.  Dicen los que lo conocieron en  esa época, que la irresponsabilidad e informalidad eran los cauces en los que se movían sus actos empresariales.  Total, en el Perú, muchos de los que tienen éxito, deben contar con esas “habilidades”.

Kike Salazar, el ex gerente del PEOT, me contó en una oportunidad que el papá del alcalde chiclayano fue a conversar en alguna vez con él: “Don Kike, yo quiero que mi Beto sea congresista. ¿Cuánto hay que pagar?” le dijo, al saber que Wilmer Rengifo estaba en el Congreso y que su familia había colaborado con Perú Posible, para que lo incluyeran en la lista. Kike le dijo, que el tema no solo pasaba por la plata, sino que debía demostrar ciertas condiciones. Don Víctor Torres quiso dejarle un dinero a Kike, que éste rechazó diciéndole: “hágalo congresista don Kike, o por último alcalde”.

Al rechazar la propuesta, Kike nunca se imaginó que la firme decisión del padre de hacer de su hijo un político iba a seguir adelante. Es de imaginarse las conversaciones en casa de los Torres Gonzáles. “Si tú no eres congresista, serás alcalde de Chiclayo” de seguro habría dicho don Víctor, sentado con sus hijos alrededor de la mesa de comedor. “Pero apá, yo no sé nada de política. Déjeme a cargo de los ómnibuses” habría sido la respuesta de Beto, tan acostumbrado a pegarse cada perdida, que no quería verse metido en temas que hubiesen limitado sus diversiones.

“Carajo, he dicho que tú vas a ser alcalde y lo vas a ser” la voz enérgica del patriarca retumbaba, mientras mamá Emma permanecía en silencio, mirando con ternura a su Beto. “Pero apá” trataba de retrucar Beto. RTG no tenía partido ni movimiento que lo respaldara, pero su papá tenía dinero y quería gastarlo en su hijo. Entonces como suele pasar, aparecieron los asesores, los nuevos amigos, los experimentados y los aprovechadores. Beto empezaba a soñar en la alcaldía, aunque sus otras distracciones, lo atraían como la miel a las moscas.

En las primeras elecciones que participó, perdió frente a Castillo Chirinos. Algunos de sus allegados pensaron que iba a tirar la toalla. No era un buen orador. No tenía una ideología política definida y además, le gustaba la noche. Pero según me contaron, el papá Víctor no estaba dispuesto a que su hijo abandonara la idea de ser alcalde de Chiclayo. Así que le dijo: “te me vas preparando, porque vas a seguir siendo candidato, con las manos limpias o con las manos sucias, pero  vas a ser alcalde”.

Y Beto insistió. Y cuando, en Setiembre del 2006 el “espíritu santo” decidió incendiar el Palacio Municipal, Beto era ya un personaje conocido. Alguna vez y ante una huelga de los obreros municipales, les donó una vaca para que hagan  una olla común. Lo insólito de la donación es que llevó el animal caminando en sus cuatro patas, con la idea de convertir la pérgola de nuestro parque principal, en un camal informal. La policía no lo dejo, pero la cobertura mediática fue beneficiosa para él.

Cuando en el 2007, asume la Alcaldía, comenzaron las primeras muestras que íbamos a tener una autoridad muy singular. La juramentación la hizo en el Parque Principal y una ausencia visible, fue la de su esposa, madre de sus tres hijos. Poca conocida en los ámbitos políticos. Alguien dijo que su ausencia se debía a un mal estado de salud, pero al parecer ya  la relación matrimonial estaba en agonía. Una de sus hermanas, Bertha, tuvo que asumir la presidencia del hoy inexistente “Comité de Damas”, hasta que se accidentó y se alejó.

Beto, como Cristo en la cruz, tuvo en los inicios de su gestión a dos asesores que le hablaban al oído. Tito Estévez Torres, su gerente general y Carlos Gonzáles García, regidor de la comuna y además su primo hermano. Nada llegaba a conocimiento del alcalde, si antes no era revisado por alguno de ellos. Hasta que explotó la licitación de alimentos para los Comedores Populares, que terminó con dos funcionarios importantes de la administración Torres en el penal de Picsi. Rocky Serquén y Nerio Villareal, sub gerente de logística y gerente de administración, respectivamente.

Dicen que Beto le tomó ojeriza a Tito Estévez, porque éste, para darle total limpieza y transparencia a la licitación, había dispuesto que se filmara la misma.  Por ese vídeo que Estévez dispuso se le diera a la Fiscalía, cae Serquén. Y luego, cae Villareal. Sentenciados a varios años de cárcel, el primo hermano Gonzáles García declaró: “los condenados estarían encubriendo a los verdaderos autores intelectuales de este caso. No han actuado solos. Acataban disposiciones de sus superiores. Se han sacrificado por otros”.

Sin duda, Gonzáles le había declarado la guerra a su primo hermano. “Ingrato. Mal agradecido” decían algunos seguidores de Torres al referirse al regidor.  Y tomó distancia, tanta distancia, que una de las denuncias que le hizo a su primo hermano, originó que el Fiscal Esdras Sánchez esté pidiendo 30 años de cárcel para el alcalde. Con familiares así, ¿para qué quiere uno enemigos? Lo cierto es que, el alcalde nunca respondió golpe con golpe. Parece que la idea del concepto de familia en Beto, estaba más acentuada que en el primo, hoy candidato por el apra, para ser nuevamente regidor.

Fuera del entorno del alcalde (Estévez y Gonzáles) apareció la “guardia pretoriana” que había estado esperando una oportunidad. Y, entonces, aquellos jóvenes abogados que fueran convocados por José Barrueto, cuando fue alcalde, comenzaron a actuar. Casi siempre en las sombras. Martín Villanueva Velezmoro es uno de ellos, al decir de muchos, el “pensante”, el que, con sus contactos en el Ministerio Público, logró el archivo de muchas de las denuncias que caían sobre el alcalde. No le gustan ni las entrevistas ni las fotos. Dicen que  él y su familia, son propietarios de varias custers y combis que hacen la ruta Chiclayo-Saña-Cayaltí. Dicen. Martín es el general de división de los pretorianos y sus decisiones son ordenanzas municipales no oficiales, pero de estricto cumplimiento.

Otro de los pretorianos, es Percy Quesquén Díaz, quien fuera jefe del SATCh y que actualmente, está cumpliendo su cuota de “inmolación” en EPSEL. Dejó el cargo de asesor legal de la MPCh, con un sueldo de casi s/4,000 mensuales, para ir a recibir dos dietas de 700 soles cada una, como presidente del directorio. No se le conoce ejercicio cotidiano de su profesión. Hoy, estudia una segunda maestría, con la esperanza de quedarse tres años más en EPSEL, de acuerdo a la nueva disposición legal sobre las empresas de saneamiento.

Otro es Jorge Incháustegui, el arquitecto que, sin cumplir con el perfil, fue jefe del SATCH, realizando una tarea, para muchos aceptable. Fue presidente de la comisión que elaboró el catastro de la ciudad, donde se gastó más de dos millones de soles, con resultados poco positivos. Fue gerente de infraestructura, una verdadera “Cueva de Ali Babá”, y según los memoriosos, con él empieza el “boom” de los edificios de varios pisos en nuestra ciudad, que no respetaban parámetros, pero que contaban con aprobaciones a alto nivel que los blindaban. Al “Chino” Incháustegui, lo empezaron a cuestionar en varios medios radiales y una de las más famosas expresiones la acuñó Tito Ñopo: “Chino Incháustegui, ¿dónde está la camioneta?” en alusión a algunos vehículos, que se decía, eran propiedad del Chino  y que trabajaban en una minera en Cajamarca.

Otros pretorianos son, sin duda, José Bocanegra actual gerente de administración del SATCh, a quien silenciaron por decir que se iba a construir un edificio moderno de cinco pisos con todas las comodidades, incluso con sótano, a solo cinco millones de soles, muy por debajo de los tres millones de dólares que pagaron por el viejo local de la Mutual Chiclayo.  César Regalado Rodríguez, abogado que fuera también jefe del SATCh y que hoy es un supergerente. Lo es de la MPCH, de la Sociedad de Beneficencia Pública. Preside la Comisión del Terminal Terrestre y  “secreto a voces”, es el mandamás del SATCh.  Un verdadero pulpo.

También hay que mencionar a Carlos Santa Cruz, el “Mark Zuckerberg” de la MPCh, por las cuentas que, según se dice, suele crear en Facebook para atacar a sus adversarios y a los del alcalde. Ha renunciado “N” veces, pero siempre vuelve. Otro es  Carlos Mendoza, el “Chómpiras” de la gestión, que viene dando la cara y haciendo suyo todas las irregularidades constructivas de la gestión.

Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos y sacrificios, parece que el sendero por donde transitaban cómodamente, se está cerrando. Y ya, me dicen, empiezan a escucharse algunas voces, entre las que destaca una que ha dicho: CAPITÁN BETO…. “SE HUNDE EL BARCO”.