“Pregúntale
a Fidel Ortiz, él es el responsable” fue el exabrupto con el que, el
licenciado presidente regional, Humberto Acuña Peralta (HAP), respondió a una
pregunta sobre la “Avenida Chiclayo”,
que le formulara en mi programa de televisión “ASÏ SOMOS”. Era evidente la molestia que
sentía el hombre que ha conseguido más de mil millones de soles para hacer
obras en la región Lambayeque y que lamentablemente va a tener que cargar en su
pasivo una, en la que, sin duda, su administración no es la única responsable,
pero es la que va a tener que asumir el desmadre que se ha originado.
Fue durante la gestión de Yehude Simon
que empezó a gestarse esta vía. Con mucho entusiasmo, los lambayecanos
esperábamos su realización, dado que,
sus 6 kilómetros de recorrido, no solo iban a permitir una salida rápida que
uniera las tres provincias de la región,
sino que, con el diseño de la Vía Canal en su parte central, las lluvias abundantes que pudieran
presentarse sobre todo con el Fenómeno El Niño, no causarían tantas tragedias
entre los pobladores de esa zona como en anteriores ocasiones.
Simon Munaro logró que el gobierno
central aprobara una partida de poco más de 50 millones de soles, solventados
por los bonos soberanos. Se dice que fue el Arq. Raúl Cieza,
actual alcalde del distrito de José Leonardo Ortiz y por entonces, funcionario
del GRL, quien trabajó todo el Expediente
Técnico (ET). En el segundo semestre
del 2010 y ya alejado Yehude de la gestión, se otorgó la buena pro de la
obra. El Consorcio Gamma (CG) fue el ganador y en Diciembre de ese año,
conforme a ley, solicitó los adelantos para iniciar los trabajos. Casi 30
millones les fueron entregados y en Enero del 2011, ya con la administración de
Humberto Acuña Peralta (HAP), empezaron las primeras acciones y también los
primeros problemas.
El ET aprobado en el GRL y aceptado
inicialmente por el contratista, pronto fue puesto en duda, a tal extremo que,
en una reunión habida el 13 de abril 2011, se acordó contratar a un experto
para que revisara “el diseño de
pavimento rígido y flexible de la vía canal”. Ese experto fue el Ing. Freddy Guevara Peralta (CIP
117101) que el 12 de mayo del 2011 emitió su informe con una serie de
observaciones, entre ellas: “el ET no
presenta un estudio de tráfico que estime la carga de tráfico de diseño o el
número acumulado de ejes equivalentes”.
Guevara también señaló: “los análisis regresivos realizados a
partir de los espesores propuestos en el ET, estiman que el pavimento flexible
ha sido diseñado para soportar una carga de tráfico de aproximadamente 50,000
ESAL. Este valor, de acuerdo al Instituto de Asfalto, corresponde a vías de
bajo tránsito”. Era Mayo del 2011 y
hoy nos preguntamos si ¿la Av. Chiclayo
es una vía de bajo tránsito? En otro punto del informe se dice: “No se presenta ningún cálculo que sustente
técnicamente que la colocación de la geomalla triaxial reduce los espesores de
base granular y mejora la performance de la estructura del pavimento rígido”.
Con la carta No. 0160-2011/CGN, del 12 de Mayo del 2011, dirigida al Ing. Fidel Ortiz,
con la firma del representante legal Vidal Janampa, el consorcio constructor señalaba: “que quede claro que en ningún momento el
CGN intenta hacer más trabajos o reducciones de obra, lo que queremos es la
funcionalidad y calidad óptima, sin errores graves en la obra”. Y metía una
banderilla final: “esperamos que el consultor
de la obra demuestre que los cálculos de sus diseños son aceptables y que en el
futuro no se presentaran fallas por perdida de serviciabilidad”.
Con Oficio No. 297-2011-GR.GRLAMB/GRIN del 13 de Mayo del 2011, el Ing. Ortiz
le respondió en parte al CGN, refiriéndose solo al uso de la geomalla triaxial,
indicando que la respuesta del Ing.
Proyectista es que “se respete el uso de la geomalla multiaxial”, con lo que,
dice Ortiz, la consulta hecha queda ABSUELTA y se da por terminada la causal de la demora en la ejecución de la
obra.
El CGN, el 20 de Mayo del 2011, vuelve
a la carga y se dirige al Ing. Francisco
Cardoso, por entonces Gerente General del GRL, con oficio No.0176-2011/CGN, y le refiere a la serie de comunicaciones que
desde el 15 de Febrero del 2011, habían dirigido al GRL, sobre “Consulta y
Estudios de Pavimentaciones de la Av. Chiclayo. Era evidente que para CGN, el Ing. Fidel Ortiz ya no era un
interlocutor válido.
Y lo que dicen en esa comunicación es
sin duda bastante serio. “El producto
GEOMALLA TRIAX 160, suministrado en el Perú únicamente por la empresa
Tecnología de Materiales, que al existir un solo proveedor, éste coloca precios
a sus productos de manera exagerada” y continúa: “por lo que apelando a nuestra experiencia con fecha 15 de febrero del
2011, consultamos usar un producto similar, haciendo las deducciones de costos
a favor de la entidad”. El CGN señala que su punto de vista se tradujo en 5
cartas, ninguna de las cuales le fue respondida.
El párrafo final del oficio No. 0176,
es de antología: “como especialista en este
tipo de construcciones, no podemos aceptar continuar trabajos que técnicamente
no van a dar los resultados que se han tomado en cuenta para obtener la
viabilidad del proyecto en la fase pre-inversión, caso contrario evaluaremos
legalmente la continuación de la obra”.
El 30 de Junio del 2011 y con la Carta No. 146/2011, enviada por conducto
notarial al GRL con atención al Ing. Francisco Cardoso, el CGN deja constancia que sus diferentes
comunicaciones referidas al uso de la geomalla, le fueron indiferentes al GRL y
por el contrario, dicen: “dejamos
constancia que la entidad (GRL) al avalar la colocación de la geomalla Triaxial
TX 160, está cometiendo COMISIÓN DE HECHO, que conociendo la prohibición legal,
persisten en el hecho ilícito que configura en el PREVARICATO contraviniendo la
ley”.
Y no se quedan allí. En esa misma
comunicación el CGN señala: “NO ESTÁ DE
ACUERDO CON LO INDICADO POR LA ENTIDAD, pero tiene que cumplir conforme lo
ordena el proyecto, para lo cual dejamos CONSTANCIA DE NUESTRO DESLINDE DE
RESPONSABILIDADES, haciendo valer el artículo 1785 del Código Civil, por
cualquier observación que pueda ocurrir en el futuro, debido al uso de la
Geomalla triaxial TX 160”. Era el inicio de una guerra, que hasta ahora, no
tiene cuando acabar.
Y en un par de nuevas banderillas, en
esa misma carta el CGN dice: “que el
diseño de pavimentos en el ET está especificado para tráfico pesado y se
demuestra en el informe del Ing. Guevara Peralta, que el pavimento es liviano y
mediano, por lo que no soportaría el tráfico pesado”. Y agregan con una visión futurista: “El CGN ha cumplido con poner en
conocimiento a la entidad acerca de las deficiencias del ET, en el diseño de
los pavimentos flexible, rígidos que peligra la sostenibilidad del proyecto,
para evitar complicaciones futuras con nuestro Consorcio, sus integrantes y/o
representantes, DEJAMOS CONSTANCIA DEL DESLINDE DE RESPONSABILIDADES, respecto
de los materiales y el ET proporcionado que desde nuestro punto de vista tiene
fallas, errores, omisiones y deficiencias que ya lo hemos mencionado”.
Por fin, el 4 de junio del 2013, el
presidente HAP firma la Resolución
Ejecutiva Regional No. 238-2013-GR-LAMB/PR, en la que, luego de una serie
de considerandos, decide: “Resolver el
Contrato de Ejecución de Obra No.076-2010-GR-LAMB/GG, para la Construcción de
la Vía Canal….” Y señala en el Art. Tercero: “por ser la Entidad la parte perjudicada con la resolución del
contrato, ejecútese de acuerdo a lo establecido
por ley la Garantía de Fiel Cumplimiento que el contratista hubiera otorgado,
sin perjuicio de la indemnización por los mayores daños y perjuicios
irrogados”.
Cuando yo retruco el exabrupto de HAP
y le digo: ¿por qué, si es el Ing. Ortiz el que sabe todo sobre lo concerniente a la obra de la
Av. Chiclayo, él (HAP) firma el documento donde se resuelve el contrato?
Me dijo: “es que todos habían firmado y sellado la resolución validando la
misma”…. ¡Qué extraño! Tengo ante
mis ojos el documento, veo el sello y las firmas del Jefe de Asesoría Jurídica,
del Secretario general y del propio HAP, pero no está quien debería haber
sustentado adecuadamente toda esta acción, el Ing. Fidel Ortiz. ¿Por qué
no firmó ingeniero?
Lo cierto es que dos años y dos meses
después, lo dicho en la resolución no ha podido aplicarse. El CGN acudió a un
arbitraje y hasta ahora no hay resultados. La carta fianza por 5 millones de
soles no se puede cobrar. Hay decenas de observaciones por levantar, no se sabe
cuántos vicios ocultos se hallarán. Acaba de disponer Juan Pablo Horna, que se
abra la vía canal para todos y el CGN, a través de la Carta No. 54-2014, le
dice: “nuestra representada, a su
exigencia, abrirá la Vía Canal, no sin antes reiterarles que deslindamos
nuestra responsabilidad por los daños de fisuras y fracturas que se están
produciendo en la las losas, por el pase del tráfico pesado” y en otra
banderilla señalan: “no es de nuestra
responsabilidad ejecutar reparaciones de losas por fracturas y fisuramientos,
porque no son Vicios Ocultos, sino deficiencias del ET”.
Y entonces tenemos una inversión de
más de 50 millones de soles, en una especie de limbo jurídico. ¿Hasta cuándo?
No se sabe. Pero lo que sí se sabe, es que la obra que nació con deficiencias se sigue deteriorando. El GRL, ha hecho esfuerzos
para superar las fallas de origen, que la verdad eran increíbles. Una sola escalera peatonal en una vía de 6
kilómetros, imperdonable para el más inexperto proyectista. Un trabajo de
Inspección de la obra hecha por un Ingeniero Agrícola y no civil, como era de
esperar. La actuación paquidérmica de los colegios de Ingenieros y
Arquitectos, llamados a velar porque el dinero que todos nosotros le damos al
Estado, sea bien invertido.
Me dijo alguna vez el
Ing. Miguel García Puémape: “para
enderezar este entuerto, vamos a requerir otros 50 millones de soles”. ¿Los lograremos? Puede ser, pero ahora lo que
les importa a muchos es saber si la AVENIDA
CHICLAYO… ¿UN ELEFANTE BLANCO? … ¿Quiénes SON LOS RESPONSABLES?
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