domingo, 24 de agosto de 2014

LA AVENIDA CHICLAYO… ¿UN ELEFANTE BLANCO? ¿QUIENES SON LOS RESPONSABLES?

“Pregúntale a Fidel Ortiz, él es el responsable” fue el exabrupto con el que, el licenciado presidente regional, Humberto Acuña Peralta (HAP), respondió a una pregunta sobre la  “Avenida Chiclayo”, que le formulara en mi programa de televisión “ASÏ SOMOS”. Era evidente la molestia  que sentía el hombre que ha conseguido más de mil millones de soles para hacer obras en la región Lambayeque y que lamentablemente va a tener que cargar en su pasivo una, en la que, sin duda, su administración no es la única responsable, pero es la que va a tener que asumir el desmadre que se ha originado.

Fue durante la gestión de Yehude Simon que empezó a gestarse esta vía. Con mucho entusiasmo, los lambayecanos esperábamos  su realización, dado que, sus 6 kilómetros de recorrido, no solo iban a permitir una salida rápida que uniera las tres provincias de la región, sino que, con el diseño de la Vía Canal en su parte central,  las lluvias abundantes que pudieran presentarse sobre todo con el Fenómeno El Niño, no causarían tantas tragedias entre los pobladores de esa zona como en anteriores ocasiones.

Simon Munaro logró que el gobierno central aprobara una partida de poco más de 50 millones de soles, solventados por los bonos  soberanos. Se dice que fue el Arq. Raúl Cieza, actual alcalde del distrito de José Leonardo Ortiz y por entonces, funcionario del GRL, quien trabajó  todo el Expediente Técnico (ET).  En el segundo semestre del 2010 y ya alejado Yehude de la gestión, se otorgó la buena pro de la obra.  El Consorcio Gamma (CG) fue el ganador y en Diciembre de ese año, conforme a ley, solicitó los adelantos para iniciar los trabajos. Casi 30 millones les fueron entregados y en Enero del 2011, ya con la administración de Humberto Acuña Peralta (HAP), empezaron las primeras acciones y también los primeros problemas.

El ET aprobado en el GRL y aceptado inicialmente por el contratista, pronto fue puesto en duda, a tal extremo que, en una reunión habida el 13 de abril 2011, se acordó contratar a un experto para que revisara “el diseño de pavimento rígido y flexible de la vía canal”.  Ese experto fue el Ing. Freddy Guevara  Peralta (CIP 117101) que el 12 de mayo del 2011 emitió su informe con una serie de observaciones, entre ellas: “el ET no presenta un estudio de tráfico que estime la carga de tráfico de diseño o el número acumulado de ejes equivalentes”.

Guevara también señaló: “los análisis regresivos realizados a partir de los espesores propuestos en el ET, estiman que el pavimento flexible ha sido diseñado para soportar una carga de tráfico de aproximadamente 50,000 ESAL. Este valor, de acuerdo al Instituto de Asfalto, corresponde a vías de bajo tránsito”.  Era Mayo del 2011 y hoy nos preguntamos si  ¿la Av. Chiclayo es una vía de bajo tránsito? En otro punto del informe se dice: “No se presenta ningún cálculo que sustente técnicamente que la colocación de la geomalla triaxial reduce los espesores de base granular y mejora la performance de la estructura del pavimento rígido”.

Con la carta No. 0160-2011/CGN, del 12 de Mayo del 2011, dirigida al Ing. Fidel Ortiz, con la firma del representante legal  Vidal Janampa,  el consorcio constructor señalaba: “que quede claro que en ningún momento el CGN intenta hacer más trabajos o reducciones de obra, lo que queremos es la funcionalidad y calidad óptima, sin errores graves en la obra”. Y metía una banderilla final: “esperamos que el consultor de la obra demuestre que los cálculos de sus diseños son aceptables y que en el futuro no se presentaran fallas por perdida de serviciabilidad”.

Con Oficio No. 297-2011-GR.GRLAMB/GRIN del 13 de Mayo del 2011, el Ing. Ortiz le respondió en parte al CGN, refiriéndose solo al uso de la geomalla triaxial, indicando que la respuesta del Ing. Proyectista es que “se respete el uso de la geomalla multiaxial”, con lo que, dice Ortiz, la consulta hecha queda ABSUELTA y se da por terminada  la causal de la demora en la ejecución de la obra.

El CGN, el 20 de Mayo del 2011, vuelve a la carga y se dirige al Ing. Francisco Cardoso, por entonces Gerente General del GRL,  con oficio No.0176-2011/CGN, y le refiere a la serie de comunicaciones que desde el 15 de Febrero del 2011, habían dirigido al GRL, sobre “Consulta y Estudios de Pavimentaciones de la Av. Chiclayo. Era evidente que para CGN, el Ing. Fidel Ortiz ya no era un interlocutor válido.

Y lo que dicen en esa comunicación es sin duda bastante serio. “El producto GEOMALLA TRIAX 160, suministrado en el Perú únicamente por la empresa Tecnología de Materiales, que al existir un solo proveedor, éste coloca precios a sus productos de manera exagerada” y continúa: “por lo que apelando a nuestra experiencia con fecha 15 de febrero del 2011, consultamos usar un producto similar, haciendo las deducciones de costos a favor de la entidad”. El CGN señala que su punto de vista se tradujo en 5 cartas, ninguna de las cuales le fue respondida.

El párrafo final del oficio No. 0176, es de antología: “como especialista en este tipo de construcciones, no podemos aceptar continuar trabajos que técnicamente no van a dar los resultados que se han tomado en cuenta para obtener la viabilidad del proyecto en la fase pre-inversión, caso contrario evaluaremos legalmente la continuación de la obra”.

El 30 de Junio del 2011 y con la Carta No. 146/2011, enviada por conducto notarial al GRL con atención al Ing. Francisco Cardoso,  el CGN deja constancia que sus diferentes comunicaciones referidas al uso de la geomalla, le fueron indiferentes al GRL y por el contrario, dicen: “dejamos constancia que la entidad (GRL) al avalar la colocación de la geomalla Triaxial TX 160, está cometiendo COMISIÓN DE HECHO, que conociendo la prohibición legal, persisten en el hecho ilícito que configura en el PREVARICATO contraviniendo la ley”.

Y no se quedan allí. En esa misma comunicación el CGN señala: “NO ESTÁ DE ACUERDO CON LO INDICADO POR LA ENTIDAD, pero tiene que cumplir conforme lo ordena el proyecto, para lo cual dejamos CONSTANCIA DE NUESTRO DESLINDE DE RESPONSABILIDADES, haciendo valer el artículo 1785 del Código Civil, por cualquier observación que pueda ocurrir en el futuro, debido al uso de la Geomalla triaxial TX 160”. Era el inicio de una guerra, que hasta ahora, no tiene cuando acabar.

Y en un par de nuevas banderillas, en esa misma carta el CGN dice: “que el diseño de pavimentos en el ET está especificado para tráfico pesado y se demuestra en el informe del Ing. Guevara Peralta, que el pavimento es liviano y mediano, por lo que no soportaría el tráfico pesado”. Y  agregan con una visión futurista: “El CGN ha cumplido con poner en conocimiento a la entidad acerca de las deficiencias del ET, en el diseño de los pavimentos flexible, rígidos que peligra la sostenibilidad del proyecto, para evitar complicaciones futuras con nuestro Consorcio, sus integrantes y/o representantes, DEJAMOS CONSTANCIA DEL DESLINDE DE RESPONSABILIDADES, respecto de los materiales y el ET proporcionado que desde nuestro punto de vista tiene fallas, errores, omisiones y deficiencias que ya lo hemos mencionado”.

Por fin, el 4 de junio del 2013, el presidente HAP firma la Resolución Ejecutiva Regional No. 238-2013-GR-LAMB/PR, en la que, luego de una serie de considerandos, decide: “Resolver el Contrato de Ejecución de Obra No.076-2010-GR-LAMB/GG, para la Construcción de la Vía Canal….” Y señala en el Art. Tercero: “por ser la Entidad la parte perjudicada con la resolución del contrato, ejecútese de acuerdo a lo  establecido por ley la Garantía de Fiel Cumplimiento que el contratista hubiera otorgado, sin perjuicio de la indemnización por los mayores daños y perjuicios irrogados”.

Cuando yo retruco el exabrupto de HAP y le digo: ¿por qué, si es el Ing. Ortiz el que sabe  todo sobre lo concerniente a la obra de la Av. Chiclayo, él (HAP) firma el documento donde se resuelve el contrato?
Me dijo: “es que todos habían firmado y sellado la resolución validando la misma”…. ¡Qué extraño! Tengo ante mis ojos el documento, veo el sello y las firmas del Jefe de Asesoría Jurídica, del Secretario general y del propio HAP, pero no está quien debería haber sustentado adecuadamente toda esta acción, el Ing. Fidel Ortiz. ¿Por qué no  firmó ingeniero?

Lo cierto es que dos años y dos meses después, lo dicho en la resolución no ha podido aplicarse. El CGN acudió a un arbitraje y hasta ahora no hay resultados. La carta fianza por 5 millones de soles no se puede cobrar. Hay decenas de observaciones por levantar, no se sabe cuántos vicios ocultos se hallarán. Acaba de disponer Juan Pablo Horna, que se abra la vía canal para todos y el CGN, a través de la Carta No. 54-2014, le dice: “nuestra representada, a su exigencia, abrirá la Vía Canal, no sin antes reiterarles que deslindamos nuestra responsabilidad por los daños de fisuras y fracturas que se están produciendo en la las losas, por el pase del tráfico pesado” y en otra banderilla señalan: “no es de nuestra responsabilidad ejecutar reparaciones de losas por fracturas y fisuramientos, porque no son Vicios Ocultos, sino deficiencias del ET”.

Y entonces tenemos una inversión de más de 50 millones de soles, en una especie de limbo jurídico. ¿Hasta cuándo? No se sabe. Pero lo que sí se sabe, es que la obra que nació con deficiencias  se sigue deteriorando. El GRL, ha hecho esfuerzos para superar las fallas de origen, que la verdad eran increíbles. Una sola escalera peatonal en una vía de 6 kilómetros, imperdonable para el más inexperto proyectista. Un trabajo de Inspección de la obra hecha por un Ingeniero Agrícola y no civil, como era de esperar. La actuación paquidérmica de los colegios de Ingenieros y Arquitectos, llamados a velar porque el dinero que todos nosotros le damos al Estado, sea bien invertido.

Me dijo alguna vez el Ing. Miguel García Puémape: “para enderezar este entuerto, vamos a requerir otros 50 millones de soles”.  ¿Los lograremos? Puede ser, pero ahora lo que les importa a muchos es saber si la AVENIDA CHICLAYO… ¿UN ELEFANTE BLANCO? … ¿Quiénes SON LOS RESPONSABLES?

martes, 12 de agosto de 2014

DESMITIFICANDO A CASTILLO (2)

Envalentonado como estaba, ACCH, en el segundo semestre del 92, logró que el Concejo Municipal aprobara una solicitud de crédito al Banco de la Nación por más o menos 3 millones de  soles.  El argumento fue la compra de maquinaria pesada que por entonces casi no había en el país y que se encontraban a precio de remate en Miami - USA. En esos años y por las dificultades que vivíamos en el Perú, el gobierno central facilitaba las cosas para que acciones, como las que quería realizar ACCh, se pudieran llevar a cabo.

Castillo se fue a Miami, solo, con una idea clara de qué es lo que iba a comprar y cómo hacerlo. Total, ésa había sido una de sus tareas en PERULA, con la diferencia que esta vez, sería cotizador, comprador,  pagador y despachador.   Son famosos los remates de cosas usadas en ese país. Y el entonces alcalde, iba a comprar cosas de segunda y tercera mano, que como hasta hoy se dice “están nuevecitas”.  Sin embargo, se le presentó un problema. En los remates, solo se podía  participar con pago mediante tarjeta de crédito, o en efectivo. En esos años, la tarjeta de crédito no se usaba en el país. Cuando una persona se iba de viaje al extranjero solicitaba al banco los ya casi desaparecidos “travel checks”. Pero para el audaz alcalde chiclayano, eso no era ningún problema. Él había ido a comprar y compraría de todas maneras.

Por entonces, setiembre de 1992, el CPC Joel Díaz Villegas era el Director Superior (e) de la MPCH. Con el memo No. 358-A-92-MPCH/DS,  del 02 de Setiembre de 1992, (anexo 1) le ordenó al Director de Administración CPC Oscar Falen Chinchay, dispusiera lo necesario para enviarle 300 mil dólares americanos a ACCh, “para la compra de maquinaria usada”.  Cinco días después, el 7 de setiembre, Díaz Villegas, con memo. No.368-A/92-MPCHDS, (anexo 2) volvía a señalarle a Falen Chicnchay, que le enviara a Castillo 100 mil dólares más, “para la culminación de la compra de maquinaria”. En ambas ocasiones, el Director Municipal basaba su accionar en las “coordinaciones telefónicas” que sostenía con Castillo.

Si bien el crédito se había obtenido en el Banco de la Nación, las operaciones para darle el dinero a Castillo en Miami se realizaron a través del desparecido Banco Regional del Norte, que el 07 de setiembre de 1992, le enviaba un telefax, al Hamilton Bank N A. Miami USA, indicándoles  que pagaran “100 mil dólares americanos, al Atlantic Security Bank- Miami y a favor de Arturo Castillo Chirinos (el mismo que se acercará a esas oficinas a cobrar según acuerdos previos) (Anexo 3).

Eran sin duda otros tiempos. Hoy es impensable que una acción de esa naturaleza se pudiera realizar. Menos aún, teniendo en cuenta el antecedente fresco que tenía Castillo de haber sido sentenciado a 4 años de cárcel por peculado, precisamente por comprar indebidamente. Aunque como ya lo dije, fuera absuelto en la Corte Suprema por una hábil acción lobista de César Becerra. Pero, ¿qué compró Castillo en Miami?  Entre la maquinaria pesada usada, compró cuatro volquetes, dos camiones cisternas, un camión imprimador, un rodillo imprimador, un rodillo neumático, un cargador Caterpillar y una motoniveladora Caterpillar. (Anexo 4).

Hasta allí y aun cuando quedará siempre la duda sobre la realidad de los precios, dada la calidad moral del cotizador, comprador, pagador  y despachador, se podría decir que las compras encajaban con la motivación del préstamo y del viaje de Castillo. Sin embargo, también compró y pagó por lo siguientes productos: 12 tijeras para podar plantas, dos catálogos para sembrar flores,  6 rollos de nylon, un rollo de malla de color verde, según se puede apreciar en la Orden de Compra No. 2054 del 25-09-92, firmada, entre otros, por Falen Chinchay. (Anexo 5).

Falen también firmó la Orden de Compra No. 2053 del 25-09-92, con la que se regularizaba la compra, entre otros productos, de: 12 tijeras, 6 rollos de manguera, 216 guantes de tela y vadana, 14 palanas. (Anexo 6). Increíble. Yo recuerdo esos años y creo que muchos de ustedes también.  Sufríamos por alimentos, vamos, si quieren también por carencia de maquinarias, pero guantes, mangueras, tijeras, eso simplemente fue la acción depredadora de un sujeto acostumbrado a realizar acciones oscuras, ante la genuflexión de sus serviles, a quienes solía atemorizar con sus gritos de matón.

Todos estos detalles, fueron interesadamente ocultos en algún lugar de la MPCH.  Recién salieron a la luz en el 2003 - 2004, cuando cualquier denuncia sobre la actuación de Castillo, era imposible de  llevar adelante. Alguna vez mencioné el tema en una entrevista que me hiciera el semanario Expresión, pero, al parecer, a nadie le llamó la atención. Hoy la menciono, para que quede constancia de los pies de barro con que algunos mitos se forman.

Dicen los que lo conocen bien, que ACCh es una persona con mucho resentimiento. Es posible que en su infancia no haya sido lo suficientemente feliz. Es posible que algunas cosas que le hubiese gustado tener en sus años mozos, nunca las consiguiera. Y el resentido es vengativo por naturaleza. Una vez me contó Miguel Ángel Bartra, que cuando en 1995 formó su lista para ser candidato a la alcaldía, tuvo que poner el nombre de “Dolores Díaz Díaz en vez de Mauro, porque Castillo, no lo podía ver ni en pintura”. Cuando ACCh revisó la lista para aprobarla, no se percató del cambio y luego no le quedó otra cosa que masticar su ira, ante un hecho consumado.

Una mañana de abril de 1996, estábamos conversando, Miguel Ángel y yo en la oficina de la presidencia de EPSEL, cuando ingresó una llamada al celular del alcalde. Yo me paré para retirarme, pero con gestos, me pidió que me quedara. En un susurro me dijo “es Arturo”.  Casi 20 minutos escuché a Miguel Ángel decir: “bueno sí pero….No….Claro…No sí…”.  Al fin terminó y me dijo: “¿Sabes para lo que me ha llamado?”. Yo le respondí: “no tengo la menor idea”. Y entonces me contó: “le han enviado una fotocopia del diario La Industria. Han puesto una foto del izamiento de ayer y yo aparezco al lado de Pepe Barragán (era autoridad política) y me ha reclamado por haber permitido que me tomen una foto al lado de él, sabiendo que es su enemigo”…. Siguió contándome otras cosas que ya no vale la pena mencionar, pues Barragán ya falleció.

Pero si entre los “atributos” de Castillo está la venganza, entre los de César Becerra Leyva (CBL) también la está.  La afrenta que sufriera en 1992, fue cobrada y con creces, en 1998. Recordaremos que Castillo había sido electo congresista. Que tuvieron que amenazarlo para que dejara la alcaldía. Nadie se explicaba el porqué quería quedarse con el sueldo de alcalde, si como congresista iba a ganar muchísimo más.  Y ante la amenaza de Martha Chávez, presidenta del Congreso en ese entonces, se tuvo que ir.  Cuatro años más tarde, quiso renunciar al Congreso y candidatear a la Alcaldía. A pesar que le advirtieron que la ley se lo impedía, tercamente persistió.

Entonces, alguien lo denunció ante el Jurado Nacional de Elecciones - JNE  que presidía el Dr. Serpa, a quien CBL le decía cariñosamente “tío”. Era también muy amigo de Rómulo Muñoz Arce, por entonces, también miembro del JNE.  Y Becerra se enteró de la denuncia, consultó con abogados especialistas y le dijeron que lo de Castillo, era un acto ilegal. No podía renunciar a su condición de congresista. Decidió intervenir y habló con su tío y sus amigos. Castillo confiaba en que la vieja guardia de Acción Popular, lo ayudaría en su insensata candidatura. Pero CBL tuvo mayor poder y quién sabe, al contarles a sus amigos lo que le hizo Castillo en el 92, los motivó más para que aplicaran estrictamente la Ley. Castillo se quedó fuera.

Voy a dejar para otros comentarios algunas cosas más que este sujeto realizara como autoridad edil. Finalizo este artículo, señalando para algunos críticos de lo que escribo, que no estoy inventando nada. Que mi actuación como alcalde de Chiclayo puede ser cuestionada como mejor les parezca. Sin embargo, y luego de 84 juicios, cuatro de los cuales me los hiciera Castillo, utilizando cobardemente a otras personas para que me denunciaran, salí absuelto de todos ellos, sin recurrir a maniobras oscuras, ni al apoyo de gente influyente. A mí, nadie, en el Poder Judicial, me pidió algo para sacar los fallos de manera favorable.


 Ni me corrí, ni me corro y aunque  haya gente que no le gusta lo que escribo, o se ríe, o quiere invalidar mis opiniones por mi participación en política, aquí estaré hasta que Dios diga basta.  Y por eso les alcanzo esta segunda parte de DESMITIFICANDO A CASTILLO (2)