domingo, 27 de julio de 2014

DESMITIFICANDO A CASTILLO

 Lo conocí en la década de los 70, cuando yo trabajaba en  una empresa del estado y él  era un empleado en el área de compras de Perulac, una subsidiaria  de Nestlé, la empresa suiza que por muchos años operó en nuestra ciudad, dando trabajo a más de 300 chiclayanos. A Arturo Castillo Chirinos (ACCh) lo recuerdo por su enorme apego a los militares y su singular manera de vestirse, generalmente con zapatos y pantalón blanco y camisa floreada y con una correa de color beige, similar a la que usaban  los jóvenes avioneros que cumplían su servicio militar en el Grupo Aéreo No. 6.

Dicen que antes fue dirigente sindical y que luego de organizar una protesta, arrió banderas y pasó de obrero a sentarse en un escritorio, con una nueva condición laboral.  Durante los años 70, cuando los militares gobernaban en el país, no tuvo mayor presencia en el escenario político. Sin embargo, al volver la democracia, participó como regidor en las filas de Acción Popular, en las elecciones de l983. Quienes participaron con él en el concejo municipal, lo recuerdan como un joven impetuoso, maleducado, grosero,  que llegó en un momento a ser suspendido en sus funciones, por haberse enfrentado a un policía municipal.

Cuando en los 90 aparece el FREDEMO, bajo el liderazgo de Mario Vargas Llosa, el representante designado para organizar la participación del movimiento en las elecciones municipales de aquel año era Gustavo del Solar, por entonces, diputado en ejercicio y militante del PPC.  Del Solar quería que el candidato a Chiclayo fuera el Ing. Lucio Asalde, que empezaba a ser conocido como un dirigente gremial, con mucho potencial político.  La prensa daba por descontado que Asalde representaría al FREDEMO y le daba muchas posibilidades de llegar a la alcaldía, teniendo en cuenta la muy criticada labor que el APRA había realizado y la simpatía que había generado  Vargas Llosa en su enfrentamiento con un devaluado Alan García Pérez.

 Cuentan que una noche, en el local que Acción Popular tenía en la Av. Sáenz Peña,  casi al llegar a la calle Manuel María Izaga, apareció Castillo con una pistola al cinto y que luego de algunos diálogos con los que estaban presentes, puso la pistola en la mesa y con voz estruendosa dijo: “el candidato a la alcaldía soy yo. Y punto”.  Asalde “batió el record en carrera de 100 metros” y desapareció de escena y Del Solar no tuvo más remedio que aceptar la candidatura ante semejante argumento.

Recuerdo que en la noche de las elecciones, cuando la proyección que se hacía favorecía al candidato del FREDEMO, yo estaba conduciendo un programa en vivo en Panamericana TV, con enlaces cada cierto minuto con la central en Lima para la información nacional. En ese tiempo, solo Arequipa y Chiclayo teníamos ese privilegio. A eso de las nueve de la noche, se apareció en el canal, Gustavo García Mundaca y pidió lo dejara hacer una declaración. Ante el asombro general, reconoció su derrota. Yo no lo podía creer. En aquellos años, la tecnología, de la que hoy hacemos uso, no estaba ni en el pensamiento de muchos de nosotros. Pero Gustavo siempre fue un caballero y dijo con voz trémula: “hemos perdido y felicito a Arturo Castillo”.

En los días siguientes y mientras ACCh comenzaba a disfrutar su triunfo, los apristas se jalaban los pelos, no podían entender la decisión de García Mundaca,  “la diferencia es muy corta. Es manejable. Nuestros personeros, saben qué hacer”, pero ya la  suerte estaba echada.  Castillo Chirinos sería Alcalde de Chiclayo y empezaría el largo calvario aprista, quienes, en el 2015, podrían celebrar sus Bodas de Plata lejos de la alcaldía chiclayana.

Muy pronto los chiclayanos nos dimos cuenta, que estábamos frente a un alcalde totalmente distinto de los anteriores. Aun cuando muchos señalan que Julio Fernández  de la Oliva tenía un carácter muy difícil, díscolo e irreverente, era sin duda un niño de pecho ante Castillo. Electo en su lista fue el Arquitecto Jorge Garrido Lecca, un caballero que tenía para todos un trato muy delicado, propio de su educación en familia y profesional. Una noche entre amigos, nos contó la enorme sorpresa que tuvo cuando  conversando con ACCh, éste le pregunto si ya le habían dado los ambientes para que realizara sus labores, a lo que Jorge respondió: “todavía no, pero me han dicho que en unos días ya estará lista”… Nos dijo: “el hombre se paró y me pidió  que lo siguiera. Fuimos a donde iba a estar mi oficina y donde estaban trabajando algunas personas”….. Recuerdo que Garrido Lecca nos miró mientras movía la cabeza y nos dijo: “los miró a todos y señalándolos con el brazo extendido, empezó a mentarles la madre y a decirles, “se me van so pedazos de huev..coj..mier..Ahorita se me van””. Jorge no podía creerlo y nos aseguró que la vergüenza que sentía le impidió hablar. El patán que los chiclayanos habíamos elegido, comenzaba ya a caminar solo.

Eran los meses iniciales de su gestión y pronto dio muestras de lo que era capaz. Emprendió una serie de acciones que llamaron la atención por su audacia, falta de reparos y respetos a los derechos ajenos. Una de esas obras fue el ensanche de la calle San José, lo que logró sin respetar acuerdos ni propiedades individuales.  Un caso fue el del Sr. César Sánchez (QEPD), que en el 2002, seguía reclamando lo que Castillo había ofrecido y no cumplido. Pero a muchos les gustó su estilo.  Eran aquellos que todavía tienen los genes del coloniaje, que les transmitieron sus antepasados, que los hacían sumisos, temerosos ante el prepotente, ante el abusador. Raza de cobardes.

ACCh, estudió para ser Contador. Dicen que no culminó sus estudios. Sin embargo, en lo que se hizo experto fue   en analizar el comportamiento humano. Al igual que los perros, Castillo olfatea si el que tiene al frente siente miedo. Con su mirada o con sus escandalosos bramidos,  este negrero supo doblegar, no solo a humildes comerciantes o vecinos afectados por sus decisiones, sino también a profesionales: arquitectos, ingenieros, contadores, abogados, etc que deponían sus conocimientos ante la prepotencia y soberbia de un ignorante, endiosado por serviles que lo pusieron en una condición de “iluminado” y el único que podía sacar adelante a Chiclayo.

En 1990, el Perú se debatía en medio de una situación caótica. Sendero Luminoso  y el MRTA, habían puesto de rodillas al estado. No podía ser de otra manera si el gobierno de Alan García Pérez no supo nunca cómo enfrentarlos, y lo más grave fue que en cierto día elogió a las huestes senderistas, destacando su identificación con la ideología desplegada por Abimael Guzmán…. Ya con Fujimori en el poder, el gobierno tuvo que recurrir a una serie de maniobras para paliar la angustiosa situación económica que vivíamos los peruanos. Fueron los años de las grandes filas, para comprar arroz, azúcar aceite. Los peruanos llorábamos nuestra suerte, mientras que García y sus doce apóstoles, ya no sabían dónde poner toda la riqueza que adquirieron.

Fujimori, dispuso que como emergencia, los municipios compraran alimentos para paliar las necesidades de los MAS POBRES de sus respectivas jurisdicciones. Básicamente arroz, azúcar y aceite. Castillo decidió hacer de las suyas y en vez de comprar en el mercado local, todos sabemos que Lambayeque produce arroz y  azúcar, lo hizo a comerciantes de Jaén. Solo el flete era ya un costo adicional que sobrevaluaba todo.

Era Presidente de la RENOM, Juan José Salazar García, quien al tomar conocimiento de esta evidente acción de peculado, lo denunció penalmente.  Luego de algunos meses de juicio, Castillo Chirinos fue condenado a 4 años de prisión por la II Sala Especializada Penal que integraron los vocales superiores: Carlos Celis Zapata, Adriana Gonzáles Vigil y Cromwell Seclén Núñez del Arco. Esa mañana y terminada la lectura, Castillo, el hombre duro, el  implacable, el “macho alfa” del municipio chiclayano, pidió ir a un ambiente contiguo a la sala de audiencias. Allí arrancó a llorar. Solo con Jesús Yesquén, su jefe de relaciones públicas, el hombrón se derrumbó. No oía los gritos de apoyo de la portátil que sus “ayayeros” le habían llevado. Jesús le dio su pañuelo para que secara las lágrimas y los mocos que le caían como las Cataratas de Iguazú.

Dicen que ACCh, se veía ya en Picsi. No tenía a nadie que lo ayudara en la Corte Suprema y su apelación podía quedar en nada. Cuando se le apareció “la virgencita”. El Ing. César Becerra Leyva era un empresario  propietario de maquinaria pesada que solía trabajar con municipios y gobiernos regionales. Un hombre locuaz, de acción, con muy buenos contactos. A él se le abría muchas puertas, pues la leyenda negra decía que era hermano de la esposa de Vladimiro Montesinos. Nunca desmintió ni afirmó el parentesco y Castillo lo contactó. En una reunión habida en el Garza Hotel, ACCh le pidió apoyo. Becerra le dijo que no habría problemas, que lo ayudaría, pero que, como compensación, quería que luego le diera trabajo a sus máquinas. En medio de su desesperación, Castillo aceptó.

Nadie sabe cómo, lo cierto es que meses después salió el fallo de la Suprema. Absuelto. Cinco votos. Unanimidad. El alma le volvió al cuerpo. Castillo había pasado su primera vía crucis. Volvía para ser el de antes del juicio. Y lo primero que hizo fue dejar de lado su acuerdo con Becerra Leyva. “Eres muy caro” le dijo y le dio la espalda. Becerra se lo presentía, porque cuando le pidió que les hiciera un presente a los vocales supremos, Castillo compró unos kingkongs (no sé si eran San Roque, o de los que venden en los omnibuses. Nunca se los dio por vergüenza ajena que le llaman……..


(CONTINUARÁ)

domingo, 6 de julio de 2014

CIRO….CIRO….CIRO…. ¿PARA QUÉ TE TRAJE?

                                                            
Algunos podrían pensar que es un defecto el que tiene Roberto Torres Gonzales, de dispararse a los pies. Para otros, es una virtud. No necesita que le hagan daño. Él solo se lo hace. Es como si este hombre tuviese ancestros de  los “kamikazes” japoneses, que lo lleven constantemente a “suicidarse políticamente” al cometer actos lindantes con lo ilícito, o con la ignorancia supina impropia de una autoridad que tiene en sus manos, el destino de una provincia y el desarrollo y bienestar de sus vecinos.

Durante su primera gestión como Alcalde, tres funcionarios de su administración terminaron en la cárcel por haber cometido actos de corrupción. Siempre quedó la duda sobre la participación de Torres en, por lo menos, lo relacionado con Seclén Serquén y Villarreal. Como una bruma londinense, la corrupción cubre los actos de la actual gestión de Torres. Si bien es verdad que no ha recaído ninguna sanción penal sobre él, muchos de los chiclayanos señalan: “todavía, pero que va a caer, va a caer”. Son tantas las denuncias, son tantas las dudas, que nadie se explica el porqué de  la lentitud de los organismos que se encargan de defender  los intereses del estado y de los ciudadanos, en investigar, denunciar y sancionar las acciones que el alcalde y sus funcionarios han efectuado contraviniendo la ley.

Nadie conoce ciertamente cómo llegó a la gestión, aunque él asegura que Torres lo había llamado para que elaborara el Plan de Gobierno de la segunda gestión.  Ciro Chávez Martos (CChM), un antiguo militante aprista, ligado a Javier Velásquez, apareció en el escenario municipal de la gestión cuando fue designado  Presidente de la Beneficencia Pública de Chiclayo, ejerciendo  el cargo entre el 05 de Julio y el 09 de Noviembre del 2011. Se dijo, por aquel entonces, que llegaba con la bendición congresal para ayudar al alcalde a conseguir apoyo económico, con el que pudiera manejar las inversiones municipales.  En Lima, la presencia de funcionarios apristas en los ministerios, todavía constituía una muy maciza influencia a la hora de aprobar financiamientos de obras y Torres consideró que con CChM y sus contactos partidarios, podría conseguir  mucho apoyo económico.

Torres vio favorecida su gestión, cuando  el 23 de Junio del 2011, se firmó el Convenio de Transferencia No. 556-2011 entre el Programa Agua para Todos y la Municipalidad Provincial de Chiclayo. Llegaban 29 millones de soles para la obra. Con ellos, llegaban también, aunque él ni lo presagiaba, las desgracias que han asolado nuestra ciudad. Claro, él no lo sabía, pero alguien debió decirle la calidad, seriedad y experiencia profesional de las empresas que formaron el Consorcio Chiclayo. Tiempo después, se supo que eran dos empresas trujillanas sin ninguna experiencia en saneamiento, pero que contaban con una bendición  especial que les aseguraba su trabajo.

En cierto momento, llegó a decirse que CChM era una especie de coordinador-supervisor para que toda la obra discurriera sin mayores problemas. Nunca se pudo probar si había recibido una designación especial venida de Lima para cuidar intereses, pero los rumores fueron fuertes. Más todavía, cuando se descubrieron las cartas falsas que el ingeniero José María Cajo presentó como supervisor de la obra.  Cajo, de reconocida simpatía aprista, había trabajado al lado de Manuel Valverde Ancajima en algunas obras que el actual candidato del partido de la estrella realizó como alcalde de Pítipo.

Sin embargo, CChM decidió sacudirse un poco del tema y al declarar que no era un militante activo del aprismo, recibió  como premio una nueva designación como Presidente de la Beneficencia, ocupando el cargo del 06 de Diciembre del 2012 al 24 de Enero del 2013. Y, entonces, descubrió que tenía encandilado al burgomaestre.  Misael Delgado, un incondicional de Torres, ya no podía sostenerse como Gerente Municipal y el alcalde hizo un enroque: “Misael, tú vas a la  Beneficencia y tú Ciro, vienes como Gerente Municipal”.  Dicen algunos que el dueño de la Orquesta “Caribe Son” se frotó las manos. Un sueño gestado en su paso por la Beneficencia podría hacerse realidad. Podía hacer tocando las cuerdas convenientes que la MPCH comprara el local de la ex Mutual Chiclayo. Y comenzó su tarea, desde que asumió el cargo en febrero del 2013.
Como resultado de una negligencia punible por parte de los directorios de la Beneficencia, sobre todo de aquellos representantes del Gobierno Regional que están como directores desde el 2011, la Superintendencia de Banca y Seguros (SBA), que estaba a cargo del cobro de lo pendiente de la Mutual Chiclayo, en nombre de ésta, le había iniciado un juicio a la Beneficencia por la propiedad del local que ocupó por más de 25 años. Ganó en las dos primeras instancias y fue a Lima en casación, por un pedido de los perdedores.  Llegado el momento, nadie fue a la Suprema a defender a la institución benefactora. Y el caso se perdió.

Prontamente, la SBS dio a conocer que el local sería subastado. El 22-07-2013, mediante el oficio No. 412/2013-MPCH/GGN, firmado por CChM como Gerente Municipal, solicitó información sobre la subasta. Al día siguiente, 23-07-2013, la SBS, con carta No. 260-2013 SBS, le responde a la MPCH, haciendo llegar copia de la tasación efectuada por el Ing. Marco Ohama Paredes e invitando a la subasta que se realizaría el 14-08-2013. Con la misma rapidez, el 25-07-2013, CChM firma el oficio No.424/2013 MPCH/GGM, formalizando la propuesta de adquisición “puesta de su conocimiento de manera verbal en reuniones sostenidas con sus representantes a fin de poder concretar dicha operación”.  Sin tener carta, Ciro pedía briscán.

Con desesperación, digna de mejor causa, CChM comienza a “rascar la olla” en busca del dinero para concretar la compra. En las arcas municipales no había. Convoca entonces al SATCH y le pide a César Regalado, por entonces  Jefe del ente recaudador, que busque un préstamo bancario. Tenía que ser a nombre del SATCH, porque a la MPCH no le daban ni la mano. Regalado responde el 05-08-2013 que ninguna de las cartas dirigidas a distintos bancos, ni siquiera fueron respondidas. Era una muy mala señal, pero a Chávez, esas cosas parece motivarlo más para persistir en conseguir su objetivo.  Él sabía que llevaba al alcalde y a su gestión a un terreno pantanoso. Aun así, insistió.

El 12-08-2013, en una sesión extraordinaria, once de los quince regidores, aprobaron” la compra de derechos en litigio” del local de la ex Mutual.  Ciro sonreía complacido. Dos días después, el 14-08-2013, se produjo la subasta y el municipio de Chiclayo, ÚNICO POSTOR, se adjudicó el bien por la suma de 3’068,428.78 dólares americanos, cuando al decir de la regidora Celinda Ortiz Prieto, la tasación de Ohama señalaba que el bien debidamente saneado valía 2´666,664.46 dólares americanos. No dejó de llamar la atención la nula defensa que el Directorio de la Beneficencia hiciera en el caso. Ni siquiera un recurso de oposición. Hasta hoy, no se sabe qué medidas se tomaron contra aquellos que le hicieron tremendo daño  a la institución benefactora.

Y mientras CChM conseguía el dinero, Celinda Ortiz denunciaba el hecho. La prensa  comenzó a denunciar  con insistencia la ilícita operación.  Fueron 300 mil dólares los primeros en entregarse. A su debido momento, se dio el saldo. ¿De dónde? No se sabe exactamente, pero dicen los que saben, que seguro se movió de algunas partidas. El 27-09-2013, un victorioso CChM, llevaba de la mano a un exultante Roberto Torres para pasearlo por el local. “Tu local Beto” se escuchó  por allí. El “colorado” estaba más colorado que nunca. No se sabe si por la emoción, o por vergüenza. La compra ya estaba consumada.

El fiscal Alejandro Cáceres Alejos, con Disposición No. 4, en Noviembre del 2013, ordenó a la Policía Anti Corrupción a investigar la denuncia presentada por Celinda Ortiz contra el alcalde y once regidores. El 15 de Enero del 2014, el fiscal Cáceres Alejos decide “no formalizar ni continuar la investigación preparatoria”. La procuradora Pública Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, Elena Pérez Santana  y la regidora Ortiz, interponen quejas de derecho, que llevan al Fiscal Superior, Jorge Juan Arteaga Vera, el 10-06-2013 a emitir la Disposición No. 1-2014-MP-2°FSPA-DFLAMB  en la que dispone  reabrir el caso, reasignando la carpeta fiscal No. 2833-2013 “para que sea conocida por el Fiscal provincial Coordinador de la Segunda Fiscalía provincial Penal Corporativa de Chiclayo”. Asimismo, declara “compleja la investigación y da un plazo de 90 días para que se actúen los actos de investigación”. Todos los denunciados, incluidos los representantes de la SBS, van a ser investigados por: Negociación Incompatible, malversación de fondos, asociación ilícita para delinquir, abuso de autoridad, concusión, colusión agravada, peculado, cohecho pasivo propio, tráfico de influencias y fraude en la administración de personas jurídicas. El fiscal Arteaga dispuso también, se le llame la atención al Fiscal Cáceres, evidentemente por su falta de diligencia, al haber enviado al archivo la denuncia, sin haber merituado todas las pruebas y tomado las declaraciones de todos los denunciados.

¿Y ahora?…. Bueno, se dice que, al flemático Ciro no le entran balas y ha decidido ir al sacrificio con las “manos limpias”, buscando ser presidente regional. Su canto de batalla que “Caribe Son” ya está ensayando es el “Hombre Feliz” de Lisandro Meza, aunque gente muy cercana a Torres, como Carlos Santa Cruz, le haya dicho “Ciro Chávez, demuestra tu hombría diciendo las cosas en la cara de quiénes crees tú que son las piedras en tu camino y no JODAS  a la gente”. O la otra opinión de Santa Cruz: “Así que don Ciro Chávez quiere quedar bien y maletea.  Sé más hombre. Recuerda cuando te hacían papilla, nosotros te defendíamos” y remató el jefe de Imagen de la MPCH: “Se me cayó Ciro Chávez, pensé que era una persona seria y no un gafo”... ¡Asu!

Por eso dicen que cuando el alcalde Torres lo ve, dice: CIRO…CIRO…CIRO  ¿PARA QUÉ TE TRAJE”?